Opinión

Ladrón, impune y golpista

Jordi Pujol i Soley. Siempre él. Principio y fin de la Cataluña independentista. Ejemplo de cómo utilizar la política de forma criminal para convertirte en multimillonario hasta el punto de hacer de la mayoría de tu familia una auténtica saga de ladrones. Paradigma de lo rentable que le sale el independentismo a unos pocos mientras embaucan con mentiras e idealizaciones fatuas sobre una Arcadia inventada a aquéllos que sufren el éxodo masivo de las empresas asentadas en la región y la merma económica y laboral que ello conlleva. Jordi Pujol no sólo es el ‘Don’ en su famiglia —la más corrupta de Europa con 3.000 millones de euros escondidos en varios paraísos fiscales— sino que también ha sido el sumo sacerdote del golpe de Estado independentista. Un chamán de la ilegalidad en medio de una tribu de sediciosos.

De hecho, estuvo en las reuniones preparatorias del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Igual que la cabeza de lista de ERC, Marta Rovira, que debería comparecer ante el Tribunal Supremo cuanto antes. La Guardia Civil certifica que Pujol estuvo con los máximos responsables del 1-O y, por tanto, participó en él como organizador. Una jornada donde los golpistas llevaron el desafío a España hasta el extremo de contradecir al propio Tribunal Constitucional. Los agentes de la propia Benemérita sufrieron las consecuencias ante la vergonzosa inacción de los Mossos mandados por el mayor Josep Lluís Trapero. Ahora sabemos que Pujol también participó en el plan junto al huido Carles Puigdemont y al encarcelado Oriol Junqueras.

Esta información exclusiva de OKDIARIO es una prueba más de que el ex presidente de la Generalitat de Cataluña (1980-2003) ha impulsado este ataque desaforado a la legalidad vigente. Algo que, por otra parte, es una constante en su vida. Imputado por blanqueo de capitales, su nombre y apellido —también por la acción de sus hijos— tiene siempre un porcentaje asociado: el 3%. Comisiones que recibían por contratar a ciertas empresas para que hicieran trabajos bajo el manto de la Generalitat. Ahora que sabemos que en las reuniones golpistas solía opinar sobre los mecanismos más eficaces para ir contra España, cabe preguntarse si, por una vez, la justicia pondrá toda la carne en el asador para desentrañar tantas ilegalidades como guardaran tanto don Jordi como el resto de su prole… Aunque fuera tarde, la justicia sólo estaría haciendo lo oportuno.