Opinión

Juanma Moreno, la centralidad como bandera

El presidente electo de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha sabido ganarse la confianza de una mayoría de andaluces que han valorado positivamente su gestión y su perfil de hombre moderado e integrador. No lo tenía fácil tras décadas de Gobiernos socialistas, pero su éxito ha consistido en dotar a su acción ejecutiva de una impronta de político sensato y conciliador que le sitúa en esas coordenadas de centralidad que tanto necesita la política española. La centralidad no es tibieza ni pusilanimidad, sino una forma de entender la vida pública marcada por el  servicio a los ciudadanos. Frente a la política revanchista y sectaria de una izquierda frentista, Moreno ha seducido a los andaluces, precisamente, por apartarse de esos métodos y concentrar todas sus energías en gestionar con eficacia y rigor los recursos públicos, evitando que Andalucía se convirtiera en un patio de monipodio.

Su próximo Gobierno pivotará en torno a dos ejes, economía y diálogo: la antítesis del sectarismo y esa concepción patrimonialista de Andalucía que marcó los gobiernos socialistas, más preocupados por ocupar todos los espacios de poder y convertir el territorio andaluz en una suerte de cortijo privado. Moreno se ha distinguido durante estos últimos años por hacer de Andalucía un espacio abierto devolviendo a los ciudadanos la voz que les había secuestrado la izquierda. Ejemplo de integración, Moreno ofrecerá al hasta ahora vicepresidente de la Junta, Juan Marín, el puesto de adjunto al Defensor del Pueblo andaluz, un gesto que le dignifica y, al tiempo, sirve de reconocimiento al papel del dirigente de Ciudadanos que, pese a no lograr ningún escaño -la marca es una losa demasiado pesada-, ha compartido con el presidente andaluz una misma manera de entender la política desde la centralidad y su obsesión por la gestión. La mano tendida a Juan Marín ejemplifica con toda claridad la manera que tiene Moreno de concebir el servicio público. Por eso ha sabido ganarse la confianza de una mayoría del pueblo andaluz.