Opinión

Éxito del PP de Feijóo en su defensa del Estado de Derecho

La decisión del Tribunal Constitucional de suspender cautelarmente la reforma del Código Penal del Gobierno, que introducía de soslayo la reforma de dos leyes orgánicas -CGPJ y Tribunal Constitucional- para tomar al asalto el órgano encargado de interpretar la Constitución, representa una victoria del Estado de Derecho frente a la pulsión totalitaria del Gobierno. Y supone, además, un éxito indudable del PP, que ha presentado un recurso fundamental para la defensa de la democracia y las libertades. Es lo que se espera de un partido que ha hecho bandera de la Constitución y que se ha erigido en baluarte de los intereses nacionales en un momento crítico. No es con mociones de censura condenadas a un fracaso seguro como se defiende el Estado de Derecho, sino con argumentos jurídicos coherentes que redunden en la defensa del marco constitucional.

Gobierno, Congreso y Senado ya han expresado -no les queda otra- su disposición a cumplir el mandato constitucional. Y es que no hacerlo supondría desobedecer al Tribunal Constitucional, algo que tendría consecuencias penales. Haría bien Pedro Sánchez, en todo caso, en frenar las llamadas a la desobediencia de su socio de Gobierno, porque lo que está haciendo Podemos y harán los golpistas catalanes y etarras de Bildu es incitar al desacato y no cumplir con el imperativo del Tribunal Constitucional, algo propio de formaciones que ya han dejado claro que no se sienten concernidas con el orden constitucional. Al final, los totalitarismos convergen y unos y otros se retratan. Lo que urge ahora es que Sánchez, además de obedecer al Tribunal Constitucional, entienda que el camino elegido no puede ser el del asalto institucional y marque distancias claramente con sus socios y aliados. Lo que ha pretendido el presidente del Gobierno es doblegar la ley a través de un perverso plan de ocupación de los órganos constitucionales. Ya sabe que por ese camino no hay salida, de modo que tiene que tener muy claro que el Estado de Derecho está muy por encima de sus ambiciones personales. Feijóo se apunta un tanto político crucial y se erige en defensor del interés nacional gracias a un recurso que ha frenado los desmanes de un Ejecutivo que ha quedado en evidencia. Esa es la oposición más útil: la que responde a las amenazas utilizando los instrumentos del Estado de Derecho. El PP le ha doblado el pulso a Pedro Sánchez con una victoria que es el triunfo de todos los que creen en la democracia.