Opinión

Europa pone a ETA donde siempre estuvo: «Crímenes contra la humanidad»

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

El Parlamento Europeo, tras muchos lustros en modo longuis, ha decretado que los crímenes de la banda asesina vasca ETA, son, ni más ni menos, que crímenes de “lesa humanidad” y como tal no prescriben y deben ser aclarados hoy o mañana. Lo más irónico de la iniciativa parlamentaria europea ha sido el intento de bloqueo por parte del PSOE –cuyos militantes asesinados están gritando desde sus tumbas- de un acto de justicia fáctica que pasará a los anales de la historia como una larga y dificultosa lucha porque en este mundo pervive la dignidad, la memoria y algo de reparación.

Quiero creer que no ha sido el socialismo español, sino la corrupción que supone el sanchismo. Como habrá sido la cosa que unas horas después de que el Europarlamento pusiera los puntos sobre las íes, el PSOE cambia rápidamente de tecla para sumarse tarde, mal y avergonzado a la iniciativa. A los amigos de los herederos políticos de ETA ni están ni se les espera. Es como si las víctimas de los genocidas Castro y Maduro esperaran un posicionamiento de los Monedero, Iglesias, Echenique o Belarra.

Se ha tardado medio siglo, pero, al final, las víctimas del terrorismo etarra pueden sentirse satisfechas de que su causa haya encontrado una pizca de reparación, incluso, cuando Bildu es parte intrínseca del poder frankenstein que Sánchez les ha concedido a cambio de un puñado de votos. Asistí en primera línea aquel “movimiento” fanático y liberticida que se produjo en una tierra irredenta y sin romanizar. Vi cómo cayeron colegas por el simple hecho de no hacer la ola a los asesinos; comprobé como miles y miles de ciudadanos vascos tuvieron que escoger el camino del exilio en un intento de no perecer entre las bombas y las balas de los miserables.

Hoy, la mayor parte de esa banda, está ya en la calle o disfruta de privilegios inentendibles en cualquier Estado que se precie. Otros, sus herederos, dan lecciones encaramados en la tribuna sacrosanta del Congreso de los Diputados. En el pecado llevan la penitencia. Hoy la Europa libre, cincuenta años después, les ha dicho lo que son: asesinos de lesa humanidad, cuyas acciones no prescriben nunca. Tienes tajo Garzón… A partir de ahí, podemos hablar.