Opinión

Los drones ucranianos, los mejores del mundo

En los próximos años, la invasión de Ucrania por Rusia quizás se conozca como «la guerra de los drones». Estos aparatos están provocando una enorme revolución en los conflictos bélicos, similar a la introducción de la aviación y los tanques en el siglo XX y el arcabucero en el siglo XVI.

En la primera fase de esta guerra, en 2014, ya aparecieron los drones. A partir de la guerra total, iniciada en febrero de 2022, se han convertido en un elemento esencial y hasta principal. Al igual que ocurrió con los primeros aviones, al principio servían para los reconocimientos del terreno y de los movimientos del enemigo, pero ya se han convertido en armas destructoras, empleadas contra edificios, tanques, barcos y soldados.

Ucrania y Rusia, así como los aliados respectivos (Estados Unidos, Irán, China, Israel, Turquía…), están desarrollando nuevos modelos y estudiando las mejoras que realiza el otro bando. Los técnicos que los manejan, en unas ocasiones se encuentran a cientos de kilómetros del frente y en otras a una distancia mínima, son más valiosos que los comandos y los infantes; o al menos causan más daños. También recurren a los drones otros ejércitos, como el iraní y el israelí, aunque el escenario de combate donde se están desplegando las principales innovaciones en esta nueva arma es el ruso-ucraniano.

Y algunas de ellas son la velocidad (ya hay drones que superan los 100 kilómetros por hora) y la autonomía de vuelo. Por ejemplo, en las últimas semanas, los ucranianos han amargado las vacaciones a los rusos privilegiados mediante el envío de cientos de aparatos a rondar los aeropuertos de San Petersburgo y Moscú, con lo que numerosos vuelos se han aplazado o suspendido a fin de evitar choques y aviones estrellados.

En junio de 2025, el presidente Zelensky nombró a Róbert Bródi, de 49 años y antes de la guerra empresario del sector agrícola, jefe de las Fuerzas de Vehículos Aéreos No Tripulados de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Al poco de comenzada la invasión, Bródi dejó las trincheras para organizar por su cuenta una unidad de drones. A medida que ésta creció y resultó cada vez más efectiva contra los rusos, también lo hizo la fama de su comandante. Para Moscú es uno de sus mayores enemigos, por lo que ha intentado matarlo varias veces.

Hace unos días, Bródi participó en una reunión de mandos de la OTAN en la base militar de EEUU en Wiesbaden (Alemania), desde donde se ayuda a los ucranianos en su lucha contra los rusos, y transmitió al auditorio parte de su experiencia. Su charla se encuentra en redes sociales y aquí extractamos algunas de sus frases.

Lamentablemente, las fuerzas armadas españolas dan la impresión de estar ausentes de esta revolución tecnológica. Los recursos se emplean en ir a buscar de las pateras puestas en el mar por los traficantes de esclavos y en desplegar algunos aviones en el Báltico y el mar Negro; y esos cazas F-18, de 80 millones de dólares, pueden ser abatidos por drones de 400 dólares manejados por un muchacho barbilampiño.