Opinión

A los buitres de Facua se les acaba la carroña

Las actas de Facua, la organización de consumidores cuyo secretario general es Rubén Sánchez, revelan la preocupación existente en el seno de la dirección ante la pérdida de ingresos como consecuencia de la ausencia de casos de estafa masivos, y los cambios adoptados por la Junta de Andalucía, con la llegada al Gobierno del PP, en materia de subvenciones. Y su conclusión revela el estado de alarma generado: «Estamos en recesión». Es decir, Facua admite que se alimenta de las grandes estafas, que funcionan como elemento dinamizador de la organización. El cambio de Gobierno en Andalucía cayó como un jarro de agua fría en Facua; no era para menos, porque entre 2015 y 2017 Facua Andalucía y sus ocho delegaciones provinciales percibieron 1,8 millones de euros en subvenciones del Gobierno de Susana Díaz. Entre 2018 y 2021, las subvenciones cayeron hasta los 1,3 millones de euros, cantidad nada desdeñable, pero que a Rubén Sánchez le pareció poco, acusando a PP y Vox de querer perjudicarles. En concreto, acusaron a la formación de Abascal de «ver de qué manera nos pueden recortar las subvenciones vertiendo calumnias».

El podemita caza-subvenciones vive mucho mejor con la izquierda. Justo antes de los comicios autonómicos, Rubén Sánchez advirtió «de los cambios que pueden producirse en Andalucía después de las elecciones y la incertidumbre ante las medidas que adoptará el nuevo gobierno en materia de políticas de protección de los consumidores». La caída de las subvenciones en Andalucía y el problema de fidelización de los socios llevaron a Facua a echarse en brazos del Ministerio de Consumo, que en cuatro años le duplicó las ayudas. La izquierda salió al rescate y los miedos en Facua empezaron a disiparse a medida que el Gobierno socialcomunista compensó la caída de ayudas de la Administración andaluza. Ahí siguen, persiguiendo el dinero de todos los españoles. A los buitres se les acabó la carroña -los grandes casos de estafa que tanto anhelan-, pero tenían al Ministerio de Consumo de Alberto Garzón para untarles el lomo. Yo por ti, tú por mí.