Opinión

El auge del PP impulsa a su nivel más alto el voto de la derecha constitucional en Cataluña

Un análisis detallado de los resultados de Cataluña arroja una primera conclusión: la suma de PP (15) y Vox(11) alcanza los 26 diputados, seis más de los logrados en los anteriores comicios -incluyendo entonces a Ciudadanos, que ha firmado su certificado de defunción política-. Casi un 20% de los catalanes introdujo en las urnas un voto claramente a favor de la unidad nacional y el marco constitucional, un porcentaje significativo que no es en absoluto anecdótico, sino la demostración de que un hay una parte sustancial de la sociedad catalana -a menudo silenciada por la retroalimentación de intereses entre el independentismo y la izquierda socialcomunista- que ha dejado claro su firme compromiso con los valores constitucionales. El notable incremento del bloque de electores concernido con la defensa del ordenamiento jurídico y la igualdad entre españoles, ese sector de la población de Cataluña que resiste a la presión del independentismo y denuncia la obscena renuncia del PSOE al constitucionalismo, es una muy buena noticia.

El PP de Alejandro Fernández ha logrado multiplicar por cinco el número de escaños (de 3 a 15) afianzando así el proyecto liderado por Alberto Núñez Feijóo, que ha logrado asentar las bases para superar la asignatura pendiente de Cataluña absorbiendo todo el voto de Ciudadanos. Un avance significativo que hay que poner en valor, aunque quede aún mucho por hacer en un territorio donde venía de ser una fuerza política residual. También tiene su importancia el hecho de que Vox haya conseguido mantener sus 11 diputados. La suma de ambos -PP y Vox- está en ese casi 20% de los votos, lo que demuestra que, en caso de que la derecha española recobrara la unidad perdida, sus aspiraciones electorales crecerían de forma exponencial en Cataluña, porque el mejor resultado cosechado nunca por el PP en unas autonómicas en ese territorio -antes de la irrupción de la formación de Santiago Abascal- fue de 19 escaños y el 13% de los votos en 2012.