El extraordinario duelo de siete meses que la chimpancé Natalia dedicó a su bebé fallecido

El Bioparc de Valencia y sus visitantes fueron testigos de este proceso en el que la madre no soltó a su hija Cala que falleció a los 14 días de nacer

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La chimpancé Natalia decidió el pasado sábado, después de siete meses de duelo, soltar el cuerpo de su cría fallecida en febrero que portaba junto a ella en el Bioparc de Valencia.

Los responsables del parque han señalado que tras este duelo de la chimpancé Natalia mantiene una «excelente» socialización con todos los integrantes del grupo, que la han apoyado en todo momento y con la hembra Noelia y su cría Cala de 8 meses.

La madre, perteneciente a un grupo de seis chimpancés, compuesto por un macho, cinco hembras y dos crías, sin contar con el fallecimiento de la cría a las dos semanas de vida es una unidad muy cohesionada «que ha mostrado su adaptación a distintas situaciones».

Periodo de duelo

Desde el parque se destaca que el grupo «ha gestionado excelentemente momentos realmente extraordinarios como la integración de Djibril, un chimpancé adoptado, con el cariño y trato incluso del macho, aunque no fuera su hijo».

La cría de chimpancé, una de las dos que nació a principio de febrero en Bioparc Valencia, falleció a los 14 días de nacer tras haber mostrado una actividad normal hasta el día anterior a su muerte. La chimpancé Natalia, empezó entonces un largo y llamativo periodo de duelo, portando constantemente el cuerpo de su bebé.

La chimpancé Natalia tras desprenderse de su cría fallecida en Bioparc Valencia (Foto: Bioparc)

Elevada mortandad

Desde Bioparc declaran que «pese a que los datos revelan una elevada mortandad en crías de chimpancés de tan corta edad, se trata de un hecho desolador».

Se trata de una especie donde los vínculos sociales y la cohesión del grupo son fundamentales, «por lo que todos los miembros se ven afectados por estos tristes acontecimientos».

Necesitan un periodo de duelo y poco a poco asumen la realidad y la pérdida, aunque la madre puede todavía precisar un tiempo para, incluso, desprenderse del inerte cuerpo.

Un comportamiento documentado

Desde Bioparc declaran que «este comportamiento se ha documentado en grupos de chimpancés en su hábitat natural» y que «se decidió no intervenir por el bienestar de la madre y dejar que pasara su duelo el tiempo que fuera necesario, favoreciendo su comportamiento innato y el de todo el grupo».

La realidad es que este proceso no es del todo inusual y ya había sido documentado en chimpancés tanto en estado salvaje como cautivo, una especie que demuestra un alto grado de inteligencia y comportamiento social.

Empatía de los visitantes

Esta muerte, la segunda que experimenta la chimpancé Natalia, ha puesto de manifiesto a través del comportamiento empático del resto de integrantes, que acompañaron a la madre en sus primeros días de «luto».

Durante estos siete meses, «el equipo de especialistas de Bioparc ha estado muy pendiente del comportamiento y bienestar de Natalia y el grupo, observándose que la integración y relación seguía siendo completamente normal», cuentan desde las instalaciones valencianas.

Los responsables del parque reseñan que «estos hechos se han comunicado abiertamente a las personas que visitaban el parque y la gran mayoría han empatizado con la situación y han agradecido conocer la información».