Microplásticos en el agua

Así es el sencillo truco para eliminar los microplásticos del agua del grifo

Los microplásticos son uno de los más graves problemas de salud humana y ambiental

Los disruptores endocrinos presentes en los plásticos están asociados a diversas enfermedades

En el año 2050, se producirán 1.800 millones de toneladas de plástico en todo el mundo

Están en el aire que respiramos, en los alimentos que comemos, en la ropa con la que nos vestimos, en el agua que bebemos y en nuestro propio organismo. Sin duda que la ubicua presencia de los microplásticos es uno de los más graves problemas de salud humana y ambiental de nuestra época.

Un problema que es consecuencia de la creciente presencia de materiales plásticos en el mundo. Plásticos de todo tipo y tamaño, cuya degradación es la causante de la aparición de estos microplásticos.

En otras ocasiones, los microplásticos no son resultado de la descomposición de piezas de plástico más grandes, sino que son fabricados directamente. Como pasa con los pélets, que saltaron al primer plano de la actualidad con el vertido que hubo en las costas gallegas en diciembre de 2023.

Estos pellets son, básicamente, pequeños gránulos de plástico, de unos 5 milímetros de tamaño, que se usan como materia prima para fabricación de productos plásticos como, por ejemplo, envases, embalajes, botellas, bolsas, etc.

Cada vez más plásticos

El caso es que estamos rodeados de plásticos por todas partes. Y el futuro se antoja todavía peor. Así lo aseguran diferentes expertos, como el periodista y divulgador ambiental Carlos de Prada, coordinador de Hogar Sin Tóxicos.

«A mediados del pasado siglo se producían en todo el mundo un millón y medio de toneladas de plásticos, cifra que escaló hasta alcanzar las 311 millones de toneladas en el año 2014. Y para 2050, la previsión es que se pueda llegar hasta la impresionante cantidad de 1.800 millones de toneladas», avisa de Prada.

Lo más grave es la presencia de sustancias químicas tóxicas en los plásticos. Dichas sustancias actúan, en muchos casos, como disruptores endocrinos, es decir, como si fueran una especie de hormonas artificiales que provocan diversas alteraciones dentro de nuestro organismo.

Problemas de salud

Entre los disruptores endocrinos más peligrosos y que nos podemos encontrar en los plásticos se encuentran los conocidos bisfenoles, ftalatos, retardantes de llama, las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) y los retardantes de llama, entre otros muchos.

Como explica el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) «todavía desconocemos la totalidad de los efectos sobre la salud de la mayor parte de estos compuestos. Varios estudios en animales y en humanos los han asociado al aumento de ciertos tipos de cáncer, obesidad, infertilidad, diabetes, síndrome metabólico, asma y problemas de neurodesarrollo».

Hablamos, además, de un problema que nos afecta, literalmente, a todos. «Debido a su gran presencia en nuestro día a día, la exposición a disruptores endocrinos es extendida y continua. Estudios en grandes poblaciones han llegado a detectar muchos de estos químicos en muestras biológicas de más del 95% de las y los participantes», alertan también desde el ISGlobal.

El agua del grifo

Tenemos que ser conscientes de que la presencia de los microplásticos es de tal magnitud que resulta imposible librarnos completamente de ellos, por muy bien que queramos hacer las cosas.

Lo cual no significa que no podamos tomar medidas para librarnos, al menos, de una parte del problema. Y esto siempre es positivo, porque todos los tóxicos que eliminemos de nuestro cuerpo significan menos carga para el sistema inmunológico.

Digamos que los tóxicos son como una mochila que tiene que acarrear, día a día, nuestro organismo. Y no es lo mismo que la mochila pese diez kilos a que pese sólo la mitad, por ejemplo.

Por eso es tan interesante este estudio de un grupo de investigadores chinos de la Universidad Guangzhou y la Universidad de Jinan que nos dan un sencillo truco para eliminar la mayor parte de los microplásticos del agua que sale por nuestros grifos.

Simplemente hervir

Según este trabajo, hervir el agua puede reducir más de un 80% las partículas de nano y microplásticos que contiene. Así lo afirman los investigadores en un artículo publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters.

«Beber agua hervida, una antigua tradición en algunos países asiáticos, supuestamente es beneficioso para la salud humana, ya que hervir puede eliminar algunos productos químicos y la mayoría de las sustancias biológicas», recuerdan los autores de la investigación, aludiendo así a una vieja práctica que sabemos que funciona contra los virus, bacterias y otros patógenos.

Lo que no sabíamos es que también sirve para eliminar micro y nanoplásticos. «Hervir agua dura (…) puede eliminar al menos el 80% de los NMP (nano y microplásticos, por sus siglas en inglés) de poliestireno, polietileno y polipropileno», aseguran los investigadores.

«Esta sencilla estrategia de hervir el agua puede descontaminar los NMP del agua corriente del hogar y tiene el potencial de aliviar de forma inocua la ingesta humana de NMP a través del consumo de agua», concluyen los expertos.

Así, con este simple gesto de hervir el agua del grifo, nos deshacemos, nada más y nada menos, que del 80% de muchos de los microplásticos que entran a nuestro organismo por esta vía.