Naturaleza
Infecciones virales

Parece IA pero es real: la aparición de ardillas con extraños bultos preocupa a las autoridades

Fotografías tomadas en distintas zonas de Estados Unidos y Canadá muestran a varias ardillas con bultos, en algunos casos de gran tamaño, que alteran el tierno aspecto con el que las asociamos. Desde luego, este fenómeno fue viralizado en redes sociales, donde se le ha llegado a apodar ‘ardillas zombi’, alimentando teorías poco fundamentadas sobre posibles mutaciones.

La situación ha llevado a que organismos de control de fauna intervengan para explicar de qué se trata realmente. Los expertos han aclarado que se trata de un episodio sanitario que afecta directamente a estas especies silvestres y que podría tener consecuencias sobre sus hábitos y su supervivencia si se expande sin control.

¿A qué se debe la aparición de ardillas con bultos y dónde han sido vistas?

Las nuevas imágenes de ardillas con bultos proceden de estados del norte de Estados Unidos, como Maine, Wisconsin y Michigan, además de zonas de Canadá.

En estos lugares, varias organizaciones de vida silvestre han detectado la aparición de fibromas, crecimientos cutáneos que pueden afectar la visión, la alimentación y la respiración cuando alcanzan un tamaño considerable.

El Laboratorio de Salud de Vida Silvestre de Cornell ha explicado que «las abrasiones en los fibromas pueden provocar infecciones bacterianas secundarias».

Este cuadro clínico está siendo documentado en distintas poblaciones y se ha convertido en motivo de seguimiento por parte de las autoridades locales.

¿Qué es la fibromatosis, la enfermedad detrás de las protuberancias?

Las investigaciones apuntan a que las ardillas con bultos sufren fibromatosis, una enfermedad causada por el virus leporipoxvirus.

Se trata de una dolencia cutánea que provoca tumores superficiales, visibles en distintas partes del cuerpo. Shevenell Webb, del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Maine, ha señalado que no existe riesgo para las personas ni para mascotas domésticas.

El contagio se produce entre animales a través de las siguientes formas:

En la mayoría de los casos, estos fibromas desaparecen de forma natural en semanas o meses. Sin embargo, cuando se ubican cerca de los ojos o la boca, pueden generar complicaciones serias que conduzcan a la muerte por inanición o infecciones secundarias.

Recomendaciones oficiales ante la propagación de estas ardillas con bultos

La rápida transmisión de la fibromatosis entre ejemplares ocurre especialmente en áreas con alta densidad poblacional. «Es como cuando tienes una gran concentración de personas. Si alguna está enferma, y se trata de algo que se propaga fácilmente, otras se van a contagiar», explicó Webb.

Las autoridades recomiendan varias medidas, detalladas aquí:

A su vez, uno de los factores que más preocupa a los especialistas es la participación involuntaria de las personas en la propagación.

Prácticas comunes como dejar comida en comederos para aves crean puntos de contacto que facilitan el contagio. Si una ardilla enferma deja saliva en uno de estos lugares, otras que se alimenten después quedan expuestas al virus.

Un fenómeno que recuerda otros brotes en fauna silvestre

El caso de las ardillas con bultos recuerda lo ocurrido días atrás con conejos que presentaban protuberancias faciales similares. En ese episodio, se descartaron mutaciones y se confirmó que se trataba también de un virus benigno, sin capacidad de transmisión a humanos.

Según el Departamento de Recursos Naturales de Indiana, la fibromatosis en ardillas provoca tumores epidérmicos que normalmente no superan los 25 milímetros de diámetro.

“En casos raros, los tumores se extienden a los órganos internos, afectando negativamente la salud general del animal. Lo más severo es que el animal se vuelve débil y letárgico”, indicaron desde el organismo.

En Reino Unido, se ha observado un fenómeno parecido con la llamada viruela de las ardillas, que afecta principalmente a las ardillas rojas, aunque tampoco representa un riesgo sanitario para las personas.

Por último, cabe aclarar que la fibromatosis no suele provocar un número elevado de muertes anuales. Lo habitual es que los animales se recuperen sin intervención en un periodo de cuatro a ocho semanas.