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La DGT va con todo: llegan los nuevos controles exprés de la Guardia Civil y no hay escapatoria

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, las autoridades han tenido que adaptarse a una nueva realidad: las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp y Telegram han revolucionado la forma en que los conductores se comunican sobre los controles policiales. Este fenómeno ha dado lugar a la proliferación de grupos de conductores que alertan sobre la presencia de radares, controles de alcoholemia o patrullas de tráfico. Ante esta situación, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Guardia Civil han tenido que tomar cartas en el asunto y han comenzado a implementar nuevos mecanismos de control, como los llamados controles exprés.

La efectividad de los controles de tráfico tradicionales ha disminuido considerablemente debido al fenómeno de las alertas en tiempo real. Los controles de alcoholemia y velocidad, que antes eran puntos clave para detectar infractores y evitar accidentes, ahora se han convertido en meros formalismos. Los conductores que están informados sobre la ubicación de los controles pueden reducir la velocidad o desviarse de la ruta. Esto ha provocado que, a pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades, los controles no sean efectivos.

Así son los nuevos controles exprés de la Guardia Civil

El uso de plataformas de mensajería como WhatsApp y Telegram para alertar sobre la presencia de controles de tráfico se ha disparado en los últimos años. Estas aplicaciones permiten la creación de grupos masivos, donde miles de personas pueden compartir en tiempo real información sobre radares, controles de alcoholemia o patrullas de la Guardia Civil. Según datos de la DGT, la mayoría de los mensajes en estos grupos están relacionados con el tráfico, y los conductores que forman parte de estos grupos se sienten intocables, ya que cuentan con información privilegiada sobre la ubicación de los controles.

Esta práctica ha llevado a una serie de consecuencias negativas. En primer lugar, muchos conductores que consumen alcohol o drogas pueden eludir los controles, lo que aumenta el riesgo de accidentes y siniestros en las carreteras. En segundo lugar, el comportamiento incívico de quienes difunden estos avisos compromete la seguridad vial y pone en peligro a los ciudadanos que respetan las normas de tráfico.

Para contrarrestar el impacto de las alertas, la DGT y la Guardia Civil han comenzado a implementar los controles exprés. Estos controles son dispositivos temporales que se activan de forma repentina durante un corto periodo de tiempo, generalmente entre 10 y 15 minutos. La idea es sorprender a los conductores y evitar que tengan tiempo de reaccionar ante un posible aviso. Una vez realizado el control, los agentes se trasladan rápidamente a otro lugar, lo que dificulta que los conductores puedan anticiparse.

Los controles exprés se han diseñado con el objetivo de impedir las alertas en tiempo real, ya que no dan tiempo suficiente para que los conductores puedan compartir la ubicación con otros miembros de los grupos. Esta estrategia busca restar efectividad a los avisos que circulan por las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. Aunque este mecanismo no es infalible, ha demostrado ser eficaz para reducir la capacidad de evasión de los conductores informados.

Controles dinámicos

Además de los controles exprés, la Guardia Civil ha comenzado a implementar los controles dinámicos, lo cuales se realizan de forma aleatoria y sin previo aviso. Los agentes no siguen una ubicación fija, sino que se mueven por diferentes puntos de la carretera y paran a los vehículos sin un patrón predecible.

La clave de los controles dinámicos es precisamente la sorpresa. Al no seguir un patrón fijo, los conductores no tienen forma de anticipar los controles y no pueden confiar en las alertas para evadirlos. Esta estrategia es una respuesta directa a la efectividad de las redes de mensajería y la capacidad de los conductores para anticipar los controles.

Ley de Tráfico

Por otro lado, la DGT quiere modificar la legislación para hacer frente a los grupos de mensajería que difunden los avisos sobre los controles.

En este sentido, está trabajando en una modificación del artículo 77 de la Ley de Tráfico, que establecería sanciones para quienes proporcionen información que impida o dificulte el trabajo de los agentes de tráfico. Esta modificación tiene como objetivo sancionar a aquellos que participan activamente en la difusión de alertas sobre la ubicación de los controles.

Pere Navarro, director de la DGT, señala que este tipo de prácticas es «insolidario e incívico», ya que permite que conductores bajo los efectos del alcohol o las drogas evadan los controles y, por ende, aumenten el riesgo de accidentes.

En definitiva, los controles exprés y dinámicos son una respuesta directa a la proliferación de grupos de mensajería que alertan sobre la presencia de la Guardia Civil y la DGT en las carreteras. Estos nuevos métodos de vigilancia buscan reducir la capacidad de evasión de los infractores y garantizar que los controles de alcoholemia y velocidad sean más efectivos.