Giro radical en los radares en las autovías: adiós a los 120 km/h. Van a saltar a esta velocidad
Los radares cada vez son más sofisticados.
Conoce la alerta nueva de la DGT.
Descubre la advertencia de la DGT sobre si conduces.
Cuando hablamos de los radares, lo hacemos de unos sistemas para el control de gran importancia en el día a día y que se usan en campos tan diferentes como la predicción meteorológica, la navegación marítima, el uso militar o el tráfico aéreo.
En este último campo es del que procede su gran fama y un toque que podemos denominar como época, que hace que lo asociemos con aquella resistencia titánica que tuvieron los ingleses contra los nazis en la II Guerra Mundial.
El temor a los radares
Son multitud los conductores que tienen pánico a los radares, que los vigilan y que están allí para proceder a multarlos en cuanto sobrepasen el límite de velocidad que se permita. El objetivo que hay en bastantes casos es el de que se actúe como recolectores de euros para la Dirección General de Tráfico, todo ello gracias a las muchas multas que se aplican por velocidad excesiva.
Realmente podemos decir que no es así, puesto que los radares fijos y móviles que se colocan en las autopistas y autovías, contarán como función más importante la de que los conductores se puedan mantener en la velocidad que es la permitida, en especial en los tramos donde si nos excedemos podemos correr el peligro de que se produzca un accidente.
Hablamos de una serie de dispositivos que van a cumplir una función de prevención y porque no decirlo a nivel pedagógico, puesto que van a mostrar al conductor como ir a velocidades que sean seguras. Son unos dispositivos que, sin lugar a dudas, cumplen funciones preventivas.
Pensemos que no se activarán de forma inmediata, algo que no todos los conductores conocen, puesto que también van a dejar un margen reducido para evitar las sanciones al conductor de manera injusta, la famosa regla del cinco y del siete.
La famosa regla
Esta regla está relacionada con los márgenes de error que tienen los radares y la velocidad a la que es necesario que salten para tener seguridad de que el conductor va a más velocidad de la permitida.
Hablamos de un margen que es de cinco kilómetros por hora y de un cinco por ciento en los radares fijos y que pasa a ser de siete en ambos en el caso de los radares móviles.
Creemos que es una regla de gran utilidad y eficacia y que se utiliza también en otros países de la Unión Europea con bastante éxito.
Un margen que variará dependiendo de la clase de radar
Cuando hablamos de la regla del cinco se aplicará en los radares fijos en los tramos donde la velocidad vaya a ser menor de cien y en un tanto por ciento cuando sobrepase los cien.
La regla del siete se usa en los radares móviles por todas las razones que antes hemos indicado hasta los cien y en un tanto por ciento en las velocidades que sean mayores.
El motivo de las diferencias
Esta diferencia que hemos visto en los márgenes de error entre los radares de carácter fijo y móvil está justificada en buena medida por la variabilidad que será inherente a los equipos para la detección móvil.
Estos pueden estar sometidos a una serie de condiciones a nivel externo que afectará a la precisión, caso de los cambios en la distancia, ángulo de detección o hasta el movimiento del vehículo.
Por todo ello, se establecerá un margen de error más importante en el caso de los radares móviles, donde asegurará una fiabilidad mayor a la hora de detectar las infracciones.
Lo que se recomienda en este sentido es mantenerse algo por debajo de lo que es el límite de velocidad permitid, puesto que no va a ser siempre la velocidad la que indicará el velocímetro, es la real a la que irá el coche. De todas formas lo mejor es que se tome como referencia la velocidad que indique el GPS, que podrá ser algo más precisa.
Los radares infunden respeto a los conductores y todos vemos como las zonas en las que se avisa de su presencia suelen ser objeto de reducciones de velocidad considerables, por lo que siguen teniendo un efecto disuasorio que evite y reduce las muertes y accidentes en nuestras carreteras.