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Tu perro puede estar en peligro: estos son los síntomas que alertan que puede tener garrapatas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las garrapatas son parásitos que se encuentran principalmente en el exterior, habitando en pastizales y bordes de bosques. Mientras que las especies como Ixodes ricinus y Dermacentor suelen vivir en estos entornos naturales, la garrapata marrón del perro puede encontrarse dentro de los hogares.

El ciclo de vida de las garrapatas consta de tres etapas: larva, ninfa y adulto. Durante cada una de estas etapas, las garrapatas necesitan alimentarse de la sangre de un mamífero para poder desarrollarse. Después de alimentarse, las garrapatas caen del huésped y buscan refugio para digerir su comida. Posteriormente, trepan a la vegetación circundante en busca de otro huésped para continuar su ciclo de vida, que puede durar de uno a dos años en total.

Las garrapatas pueden transmitir diversos microorganismos a los perros, incluyendo bacterias que causan enfermedades como la enfermedad de Lyme, la babesiosis y la ehrlichiosis. Sin embargo, se necesita al menos un par de días para que estos microorganismos infecten al perro después de que la garrapata se haya fijado en su piel. Por lo tanto, retirar o matar rápidamente la garrapata, ya sea manualmente o con productos antiparasitarios, puede prevenir la transmisión de enfermedades.

Los perros y gatos que pasan tiempo al aire libre, especialmente en áreas como pastos húmedos y bordes de bosques, tienen un mayor riesgo de infestación por garrapatas. Los animales adultos están en mayor riesgo que los cachorros, por lo que es importante tomar medidas preventivas para proteger a las mascotas de estos parásitos.

Síntomas y tratamiento en el perro

Cuando se trata de la enfermedad de la garrapata en perros, es crucial entender las distintas fases y los síntomas asociados a cada una de ellas. Esto puede ayudar a identificarla a tiempo y proporcionar el tratamiento adecuado. Aquí están las tres fases principales y sus síntomas:

  1. La enfermedad comienza cuando la garrapata transmite las bacterias al perro a través de su picadura. Durante esta fase, que puede durar desde una semana hasta casi un mes, no se presentan síntomas detectables. Es en la siguiente fase cuando comienzan a manifestarse los signos de la enfermedad.
  2. Esta etapa se inicia aproximadamente dos semanas después de la picadura de la garrapata y puede durar hasta un mes. Aquí es donde aparecen los primeros síntomas, que pueden incluir cansancio, fiebre, ganglios aumentados, pérdida de peso, secreciones nasales y oculares, espasmos musculares, entre otros. Estos síntomas suelen desaparecer en unas dos semanas, pero es importante buscar atención veterinaria.
  3. Si la enfermedad progresa a esta fase, los síntomas se vuelven más evidentes y pueden incluir anemia, debilidad, pérdida de peso, cojera, hemorragias nasales, entre otros. Aquí es donde el tratamiento se vuelve más complicado y puede requerir hospitalización del animal.

En casos más severos, es probable que el perro necesite hospitalización para recibir suero intravenoso, lo cual garantiza una hidratación adecuada y una nutrición óptima. Además, el veterinario puede recetar suplementos vitamínicos para contribuir a la pronta recuperación del animal y fortalecer su sistema inmunológico durante el proceso de convalecencia.

Cómo actuar

Si te encuentras con una garrapata en tu perro, lo primero es mantener la calma para no estresar al animal. Nunca intentes arrancar la garrapata bruscamente, ya que podría romperse y dejar la cabeza incrustada en la piel. En su lugar, necesitarás unas pinzas y un spray antiparasitario. Rocía el spray directamente sobre la garrapata y espera unos minutos a que se desprenda por sí sola. Una vez que la garrapata haya soltado la piel, puedes retirarla con las pinzas y desecharla correctamente.

Enfermedades que pueden transmitir

Las garrapatas pueden transmitir diversas enfermedades a los perros y gatos, algunas de las cuales también pueden afectar a los humanos.

La erliquiosis canina es provocada por la bacteria Ehrlichia canis, transmitida por garrapatas. Los síntomas incluyen cambios de ánimo, letargo, hemorragias y problemas respiratorios. El tratamiento consiste en antibióticos y puede requerir pruebas diagnósticas adicionales.

La enfermedad de Lyme, causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y transmitida por garrapatas del género Ixodes, puede afectar al sistema nervioso central. Los síntomas incluyen fiebre, dolor articular y depresión. El tratamiento implica el uso de antibióticos y puede requerir cuidados a largo plazo.

La anaplasmosis es causada por garrapatas del género Anaplasma y puede afectar tanto a animales como a humanos. A menudo, la enfermedad es asintomática, pero puede manifestarse con síntomas como fiebre, letargo y falta de apetito. El tratamiento principal suele ser a base de antibióticos.

La hepatozoonosis, también transmitida por garrapatas, afecta a animales debilitados y puede presentar síntomas como fiebre intermitente, adelgazamiento y depresión. El tratamiento suele incluir fármacos antiprotozoarios y, en casos graves, puede requerir atención médica adicional.

La babesiosis es una enfermedad parasitaria causada por protozoos del género Babesia, que principalmente afecta a perros. Los síntomas pueden incluir anemia hemolítica, hematuria, depresión y debilidad. El tratamiento generalmente implica el uso de fármacos antiprotozoarios y, en casos graves, transfusiones de sangre.