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Terapias de conducta para tu perro

En la educación y adiestramiento de los perros, es preciso conocer terapias de conducta eficaces y fáciles de llevar a cabo. Ten en cuenta estos consejos.

Las terapias de conducta tratan trastornos diversos que pueden afectar a tu perro en diferentes momentos de su vida. La ansiedad por separación, episodios de agresividad, fobias y otras alteraciones en su comportamiento, son motivo de terapia. Es necesario tratar a los animales de compañía para prevenir daños a sí mismos, a otras mascotas, a terceros e incluso a sus propios amos. Los profesionales tienen las herramientas para detectar si las causas son físicas o externas e indicar el tratamiento adecuado.

¿En qué consisten las terapias de conducta?

Son varias las medidas que se toman en las terapias de conducta para lograr un equilibrio emocional en el perro. Lo primero es generar rutinas horarias estrictas para cada actividad. La firmeza es parte fundamental de este proceso para el adiestramiento conductual.

Cada raza y tamaño tendrán un plan específico de ejercicios físicos muy favorables para reducir la ansiedad. No es aconsejable realizar excesos, ya que lo que se busca es bajar los niveles de estrés canino. Los paseos se incorporan con el fin de lograr una mejor adaptación al entorno mediante una actividad agradable.

Otra parte de gran importancia en las terapias de conducta es la relativa a los juegos. Por un lado, el control siempre lo tiene la persona responsable y el perro debe respetar esta premisa. Además, se incluyen juguetes interactivos para la estimulación mental, tan importante como la física.

Los límites en las terapias de conducta

Uno de los objetivos de los perros con problemas de comportamiento es captar la atención de sus amos. En esos instantes en que se manifiesta alterado y ansioso es imprescindible ignorar sus excesos. Incluso, se puede llamar y ordenar que se siente y espere en silencio.

Es verdad que el amor que se tiene por ese compañero a veces influye de manera negativa. Los dueños se sienten mal y flexibilizan su postura ante la insistencia del animal. Es un grave error que solo ocasiona mayores problemas en el animal y su entorno. Las normas deben establecerse y adoctrinar al perro para que las cumpla; en poco tiempo podremos ver que el animal comienza a sociabilizar de una manera más amena y tranquila.

¿Cómo debe actuar el dueño?

Si bien suele ser difícil en algunos casos, hay que persistir y armarse de paciencia. El acompañamiento en cada fase de las terapias de conducta es fundamental. Por lo tanto, el dueño debe dedicar tiempo y seguir el plan de la forma más estricta.

¿Has descubierto algunos problemas de comportamiento en tu perro que requieran de una atención especial?