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Dime qué tipo de pelo tiene tu perro y te diré cada cuánto debes bañarlo: los errores que debes evitar

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Bañar a un perro es una de las tareas más importantes para cuidar su salud y bienestar, pero a menudo surgen dudas sobre la frecuencia adecuada para hacerlo. Muchas personas se preguntan si es necesario bañar a su perro con regularidad o si, por el contrario, hacerlo con demasiada frecuencia podría ser perjudicial para su piel y su pelaje. Además, existen mitos populares que asocian el baño con la pérdida de defensas o de aceites naturales, lo que genera más confusión entre los dueños de mascotas.

Lo cierto es que bañar a un perro no sólo es una cuestión de higiene, sino también de salud. Al hacerlo, ayudamos a eliminar bacterias, suciedad y otros contaminantes que podrían dar lugar a infecciones dérmicas o la proliferación de parásitos. Sin embargo, la frecuencia del baño debe adaptarse al tipo de pelo que tenga el animal, a su nivel de actividad y a las circunstancias particulares de su entorno. Cada perro es diferente, y conocer las necesidades de tu mascota es esencial para mantenerlo feliz y saludable.

¿Cada cuánto tienes que bañar al perro?

La frecuencia de baño de un perro varía dependiendo de la longitud y tipo de su pelaje. No es lo mismo el cuidado de un perro de pelo corto que el de uno de pelo largo, y las recomendaciones para cada uno difieren:

Consejos adicionales

Bañar a un perro es una tarea importante para su higiene y bienestar, pero es fundamental hacerlo de manera correcta para no causarle molestias ni problemas en su piel.

En primer lugar, es fundamental utilizar un champú especialmente diseñado para perros. Los productos para humanos, aunque suaves para nuestra piel, pueden alterar el pH de la piel de tu mascota, lo que puede causar irritaciones o resequedad. Por lo tanto, elige un champú que esté formulado para las necesidades de la piel de los perros, asegurándote de que sea suave y adecuado para su tipo de pelaje. Además, no te olvides de enjuagar bien para evitar que queden residuos que puedan causar picazón.

Por otro lado, antes de bañar a tu perro, es recomendable cepillarlo. El cepillado ayuda a eliminar el pelo muerto, los enredos y la suciedad que se pueda haber acumulado. Si tu perro tiene el pelaje largo o grueso, este paso se vuelve aún más importante, ya que reduce la posibilidad de que se formen nudos durante el baño. Además, un perro que no está lleno de pelo muerto disfrutará más del baño, ya que el agua y el champú podrán penetrar mejor en su pelaje.

Finalmente, el secado es  clave en el proceso. Después del baño, seca a tu perro con una toalla limpia para retirar el exceso de agua. Si tu perro tiene el pelaje largo, puedes utilizar un secador de pelo en temperatura baja. Sin embargo, es importante no acercar demasiado el secador a la piel de tu mascota para evitar quemaduras. Además, asegúrate de secarlo completamente para evitar que la humedad quede atrapada en su pelaje, lo que podría generar malos olores o infecciones.