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7 trucos infalibles para que tu gato no pase calor en verano

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las altas temperaturas pueden ser letales para un gato, sobre todo si es anciano o cachorro. Los mininos no tienen tanta capacidad como nosotros para regular su temperatura corporal. Sí que sudan, pero con una cantidad y frecuencia mucho menor a la humana. Mientras que nosotros tenemos todo el cuerpo recubierto de glándulas sudoríparas, las de los gatos se ubican en puntos concretos, como el ano, los labios, la barbilla y las almohadillas de las patas. Por lo tanto, es interesante que aprendas algunos trucos para que el gato no pase calor en verano.

Agua limpia y fresca

Como resulta lógico, el gato necesita agua limpia y fresca a su disposición las 24 horas del día. Los bebederos automáticos son una opción estupenda porque van rellenando el agua cada cierto tiempo, e incluso hay algunos que cuentan con un pedal que los gatos pueden pisar cada vez que quieren beber agua.

Sitio fresco

Lo más importante durante los meses de verano es que el gato tenga un sitio fresco donde descansar y dormir a gusto cuando el calor aprieta. En el mercado puedes encontrar alfombras refrescantes para gatos. Colócala justo al lado de su cama, y así el minino podrá elegir dónde quiere tumbarse.

Toallas húmedas

Bien es sabido que a los gatos no les gusta demasiado el agua. Pero, cuando las temperaturas son muy altas necesitan refrescarse. Si a tu mascota no le gusta bañarse ni meterse en la piscina, puedes empapar una toalla en agua fría y pasársela por las patas, las axilas y el vientre.

Alimentación

La alimentación de los gatos se basa en el pienso seco en la gran mayoría de casos. Ahora bien, durante los meses de verano es recomendable darles comida húmeda al menos dos o tres veces por semana para favorecer la hidratación. La comida húmeda se compone en un 70% de agua.

Es interesante saber que la comida húmeda tiene beneficios muy interesantes para la salud de los gatos. Mantienen su interés porque, al tener una textura diferente, no se aburren. A esto hay que sumar que les aporta los nutrientes que necesitan: vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos y antioxidantes.

Cepillado

Tal y como indican los veterinarios, no es una buena idea cortarle el pelo a los gatos en verano porque les protege de los rayos UV del sol. Ahora bien, tienes que preocuparte de cepillárselo una vez al día, o cada dos días como mucho. Es importante quitarle el pelo muerto para que no pase calor.

Helados

Puedes probar a ponerle un par de cubitos de hielo en el bebedero al gato, pero quizá no le guste demasiado la idea, e incluso se niegue a beber agua. Si es así, puede que le apetezca más un helado. Pasa por la batidora su comida favorita, mejor si es húmeda, y mézclala con un poco de caldo de pollo sin sal. Pon la mezcla en un molde y deja que se enfríe durante 12 horas en el congelador.

Tiempo de juego

Por supuesto, durante los meses de verano también debes dedicar un rato todos los días a jugar con tu gato, pero debes evitar hacerlo en las horas centrales del día. Al igual que nos ocurre a los humanos, muchos mininos se vuelven más perezosos con el calor.

Golpe de calor en gatos

El golpe de calor se da cuanto la temperatura corporal del gato sube por encima de los 40 grados debido a una acumulación excesiva del calor.

El golpe de calor en gatos puede resultar mortal, así que es importante saber detectarlo y cómo actuar. Aunque los síntomas pueden variar de un animal a otro, los más comunes son los siguientes: aumento de la frecuencia respiratoria y de la temperatura corporal, vómitos, y debilidad.

Ante la más mínima sospecha de que el gato está sufriendo un golpe de calor en verano, tienes que actuar de forma inmediata. Mantén la calma y busca una zona fresca y a la sombra donde el animal se pueda recuperar.

Ofrécele agua fresca y envuélvelo en toallas húmedas con mucho cuidado. En ningún caso debes arrojarle agua directamente sobre el cuerpo porque podría sufrir un shock térmico. La idea es mojarle la piel con toallas húmedas para que crear una atmósfera refrescante.

Si el gato no mejora, llévalo inmediatamente al veterinario. Durante el transporte, procura que esté lo más fresco posible.