Ni Lotería de Navidad ni El Niño: en este sorteo es mucho más sencillo de ganar, y la matemática no miente

La comparación entre las distintas modalidades de sorteo que hay en España muestra que no todas las combinaciones otorgan las mismas probabilidades de acierto. En los juegos más populares, cómo El Niño o la Lotería de Navidad, conviven premios mayores, categorías intermedias y reintegros, pero la proporción de números premiados cambia sustancialmente.

Esa variación no solo afecta a los grandes premios, sino también a la frecuencia con la que un boleto consigue recuperar algo de lo invertido. Por este motivo, hemos realizado un análisis matemático que permite observar cómo la estructura de cada sorteo genera efectos distintos en las opciones finales.

¿Cuál es el sorteo en España en el que es mucho más sencillo de ganar?

La Lotería de Navidad y la del Niño utilizan una estructura fija de 100.000 números por serie, lo que hace que la probabilidad de obtener el premio mayor sea siempre la misma: una entre 100.000. Este planteamiento sitúa a ambos formatos en un escenario muy similar respecto al gran premio.

Aun así, ambos mantienen una estructura cerrada que, aunque conocida, limita la cantidad de resultados premiados. Frente a este modelo surge la propuesta de la ONCE, donde el reparto es más amplio y presenta un enfoque diferente a la hora de premiar coincidencias parciales.

En los sorteos de la ONCE, como el Cuponazo, la lógica cambia. Junto al premio principal aparece una extensa red de aciertos parciales que multiplican las opciones de obtener retorno. Este sistema incluye premios por acertar cuatro, tres, dos o una cifra, tanto por el inicio como por el final del número.

La ONCE tiene más combinaciones premiadas

En los niveles inferiores de El Niño o la Lotería de Navidad, aparecen contrastes relevantes. El de la Navidad reparte en torno a 15.304 números premiados entre todas sus categorías, mientras que El Niño alcanza casi 37.920 por serie, duplicando el número de combinaciones ganadoras en comparación con Navidad.

La clave está en que el de Navidad concentra buena parte de sus premios en menos niveles, mientras que El Niño amplía los reintegros y combinaciones menores. En cambio, en la ONCE, la existencia de varios niveles permite que un gran volumen de combinaciones sea considerado premiado.

En un viernes típico del Cuponazo, la lista de premios supera ampliamente a la de Navidad o El Niño: además del principal, se suman más de un centenar de premios de 40.000 euros, miles por coincidencias de cuatro y tres cifras, y más de un millón de reintegros, tanto por la primera como por la última cifra. El resultado es un abanico de posibilidades mucho mayor.

Aunque la probabilidad de obtener el gran premio completo (que incluye número y serie) sea muy baja, la cantidad de premios secundarios compensa ese aspecto. La variedad de niveles genera un escenario en el que las opciones de ganar algo se disparan frente a los juegos navideños.

Por qué este sorteo presenta mejores probabilidades globales

El funcionamiento del Cuponazo demuestra que las probabilidades no dependen únicamente del gran premio. Las coincidencias parciales permiten que muchas combinaciones resulten premiadas, lo que incrementa las opciones totales.

La probabilidad de acertar cuatro cifras ronda una entre 11.000; la de tres cifras, una entre 1.000; la de dos cifras, una entre 100; y la de una cifra, una entre once. Este esquema, basado en múltiples niveles, amplía la proporción de boletos que recuperan parte de lo invertido.

La reforma reciente del Cuponazo, de 2022, añadió más de 400.000 combinaciones premiadas adicionales y elevó la probabilidad global del producto hasta aproximadamente un boleto premiado por cada 5,26 vendidos.

Este cambio refuerza la idea de que su estructura está orientada a repartir más premios (si bien de menor cuantía total), lo que tiene impacto directo en las probabilidades totales del sorteo.