Letizia y Sofía: dos maneras opuestas de entender el papel de ‘reina cooperante’

La reina Letizia comienza un nuevo viaje de cooperación en un escenario muy diferente al que se presentaba ante ella la última vez que llevó a cabo uno de estos trayectos. Su Majestad se traslada hasta Honduras, el mismo destino elegido para su primera misión de cooperación en el año 2015, un año después de que don Felipe asumiera la jefatura del Estado, cuando tomó el relevo de doña Sofía en estas tareas. La madre de Felipe VI, que siempre ha destacado por su preferencia por las cuestiones relacionadas con la solidaridad -de hecho, sigue muy volcada en temas de este tipo a través de la Fundación Reina Sofía-, realizó su último viaje de cooperación en marzo de 2014, a Guatemala.

Desde entonces, han sido cuatro los viajes de cooperación que la Reina ha llevado a cabo. Honduras y El Salvador en 2015, Senegal en 2917, República Dominicana y Haití en 2018 y Mozambique en 2019, el último hasta ahora, cuando, tras más de nueve meses de parón a causa de la crisis sanitaria del coronavirus, la Reina retoma su actividad internacional con un viaje en el que pretende dar visibilidad a la labor de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo en el país y apoyar a la población tras los recientes efectos de los huracanes Eta e Iota y de la crisis del coronavirus.

Esta vez, la consorte vuelve a los orígenes y, como tal, imposible no recordar aquel primer viaje que hizo hace ya cinco años. Un viaje en el que ‘el impagable ejemplo de la reina Sofía’ estuvo más presente que nunca. Y es que el primer desplazamiento de doña Letizia a Honduras se produjo apenas un año después del último viaje de cooperación de la reina Sofía, con su impronta muy presente.

Sin embargo, al igual que ocurre con el papel de consorte, doña Sofía y doña Letizia tienen dos maneras diferentes de ejercer el rol de ‘reina cooperante’. El interés de la madre de Felipe VI por las cuestiones humanitarias viene de antaño, casi desde su infancia, tanto es así, que cuando tuvo la oportunidad, fundó una ONG con fondos de su propio bolsillo para dedicar sus esfuerzos a esta tarea.

A lo largo de los años en los que ha ejercido como reina, doña Sofía ha llevado a cabo más de treinta viajes de cooperación por diferentes zonas damnificadas en los cinco continentes. Una labor que ha ocupado a la reina madre gran parte de su trabajo institucional y que, según cuentan, le costó bastante ceder el testigo a doña Letizia, por la especial vinculación que tenía con los viajes de cooperación.

A pesar de ser dos reinas diferentes, al menos en el primero de los viajes de doña Letizia a Honduras -aún no se sabe cómo será este segundo-, la esposa de Felipe VI siguió un programa casi idéntico al último viaje de cooperación de la reina doña Sofía en Guatemala. Quizás una manera de mantener la continuidad y evitar cambios bruscos en una tarea que desde 1997 había desempeñado con maestría la reina madre. Ahora, seis años después del último viaje de la reina madre, doña Sofía está más volcada que nunca en sus tareas solidarias a través de las iniciativas que se gestionan desde la Fundación Reina Sofía. No en vano, poco después del final del estado de Alarma, hemos visto a la madre de Felipe VI visitando numeras sedes del Banco de Alimentos o incluso recogiendo residuos en las playas. Su faceta solidaria es uno de los grandes recursos con los que cuenta la Casa e S.M. el Rey, de la misma manera que, poco a poco, doña Letizia va dándole a su papel de ‘reina cooperante’ su propia impronta.