Letizia ‘rompe el protocolo’ y recupera el vestido del bautizo de Leonor

Cierre de agenda muy especial para doña Letizia. La Reina se ha trasladado hasta la Base “Coronel Maté” del municipio madrileño de Colmenar Viejo para hacer entrega de la Enseña Nacional a la Academia de Aviación del Ejército de Tierra. Una cita diferente en la agenda de Su Majestad, que no suele participar de manera habitual en este tipo de actos castrenses.

Para esta ocasión doña Letizia ha sorprendido aún más con la elección de su vestuario. La Reina, que de un tiempo a esta parte apuesta por recuperar diseños de su fondo de armario frente a estrenar prendas nuevas, esta vez ha rebuscado todavía más en el baúl de los recuerdos. La esposa de Felipe VI ha recurrido a un modelo que estrenó en el mes de enero del año 2006, en el bautizo de la princesa de Asturias. Un diseño del que fuera su modista de cabecera, Felipe Varela. Se trata de un vestido-abrigo en tweed blanco con detalles de pedrería, silueta ceñida y largo midi. Una opción muy elegante con la que la Reina se desmarca del protocolo que rige este tipo de actos, ya que, la tradición marca que las damas de la familia real deben vestir de negro y lucir peineta y mantilla en este tipo de amadrinamientos. Sin embargo, ya en el año 2015, en su debut en un acto de estas características, la Reina optó por su propio criterio y lució el mismo diseño que en la proclamación de Felipe VI.

La Reina ha completado su estilismo con unos salones con tiras en el empeine en color camel de Carolina Herrera y un bolso de mano en tres colores de la misma firma. Como joyas, ha lucido su inseparable sortija dorada de Karen Hallam y unos pendientes de chatones pequeños. En la solapa derecha ha lucido un pequeño lazo azul celeste y blanco con una minúscula medalla. Se trata de la más alta distinción honorifica, el Lazo de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, que puede ostentar desde su boda con don Felipe, cuando se convirtió en Dama de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III.  En cuanto al look beauty, se ha decantado por llevar el cabello en un moño bajo de estilo bailarina, un peinado por el que opta de manera bastante habitual últimamente ya que resulta muy cómodo para dejar el rostro despejado con la mascarilla.

No es la primera vez que la Reina recupera diseños de hace tanto tiempo. En su último viaje a Marruecos en 2019, doña Letizia sorprendió el 14 de febrero, Día de San Valentín, rescatando de su armario un traje sastre blanco firmado por Armani que lució el día de su petición de mano en el Palacio de El Pardo. ¿Significará este paso que la Reina volverá a apostar por algunos de los diseños más míticos de su armario? El tiempo dirá.