Investigación

Podemos bautiza como «filtro anti-OK» el protocolo para evitar filtraciones a la prensa en su sede

La obsesión enfermiza que ha demostrado Podemos y su líder, Pablo Iglesias, con OKDIARIO comienza a traspasar el límite de lo trágico y de lo humorístico.

Según ha podido saber este diario, dicha obsesión fraguada tras las numerosas exclusivas que ha publicado este medio sobre la formación morada y la crítica vertida contra la formación de Iglesias ha llevado a los miembros del partido a bautizar con el nombre de «filtro anti-OK» (Anti-OKDIARIO), al protocolo de seguridad para evitar filtraciones establecido desde hace meses en la sede del partido en la calle Princesa de Madrid.

El «filtro anti-OK» tiene como objetivo evitar la difusión de información sobre Podemos en los medios de comunicación. Según las fuentes consultadas, un miembro de la formación morado indica a los dirigentes e inscritos que asisten a una reunión en la sede madrileña del partido que deben dejar sus teléfonos móviles en una antesala, antes de acceder al lugar donde minutos después se vaya a celebrar la cita.

Dicho protocolo para evitar filtraciones a los medios se aplica principalmente durante encuentros de «segundos espadas» y «técnicos» de la formación, presuponiendo que los máximos dirigentes de Podemos no van a llevar a cabo una «grabación secreta» de estas reuniones, que posteriormente, pudieran publicarse en medios de comunicación críticos como OKDIARIO.

Estas mismas fuentes indican que «la obsesión por la seguridad en el partido es tal que en la cuarta planta de la sede situada en el nº 2 de la calle Princesa no hay wifi para las personas que acuden al edificio y se trabaja a nivel interno con intranet».

El «filtro anti-OK» lleva funcionando en la sede de Podemos casi desde su nacimiento, sin embargo, no fue hasta hace unos meses cuando se bautizó coloquialmente a «este protocolo de seguridad para evitar filtraciones en los medios de comunicación» con el nombre de este diario digital.

El cuartel general de Podemos, situado en la calle Princesa de Madrid.

«Acoso» a la prensa

El filtro «anti-OK» no sería el hecho más graves protagonizado por Podemos contra los medios de comunicación. El pasado 6 de marzo la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) hacía público un comunicado en el que denuncia el “acoso de Podemos a los periodistas”. El colectivo “considera totalmente incompatible con el sistema democrático que un partido, sea el que sea, trate de orientar y controlar el trabajo de los profesionales y limitar su independencia”.

La APM, “considerados los testimonios y las pruebas documentales aportados”, actuaba “a petición de amparo” de buen número de compañeros “que se sienten acosados por el equipo directivo de Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, así como por personas próximas a ese círculo”. “Está creando un estado de miedo entre los periodistas”, señalaban.

Así, continúa el documento, “la APM exige a Podemos que deje de una vez por todas la campaña sistematizada de acoso personal y en redes que viene llevando a cabo contra profesionales de distintos medios, a los que amedrenta y amenaza cuando está en desacuerdo con sus informaciones”. Y añadía: “Estas presiones también se realizan de forma personal y privada con mensajes y llamadas intimidantes”.

A juicio de la APM, “la estrategia de acoso de Podemos vulnera de una manera muy grave los derechos constitucionales a la libertad de expresión y a la libertad de información” y “está creando un estado de miedo entre los periodistas” al “persuadirles de que les conviene escribir a su dictado”.

Por último, pide a los periodistas “que resistan las presiones, vengan de donde vengan” y a los medios, “que protejan y respalden a sus periodistas saliendo al paso de cualquier campaña que trate de impedir que los ciudadanos reciban información veraz, rigurosa, diligentemente contrastada y de interés público”.