Otro Pequeño Nicolás: un falso agente del CNI ofreció a los Mossos un plan para crear el Ejército catalán
Agentes de la Comisaría de Información de los Mossos d’Escuadra se reunieron hasta en seis ocasiones con un individuo, identificado como David Puig Altissent, que aseguraba ser agente del CNI y que se ofreció para infiltrarse en las redes yihadistas.
Estas reuniones se desarrollaron entre el 29 de octubre de 2014 y el 20 de mayo del año siguiente, según la documentación que los Mossos d’Esquadra intentaron destruir en la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el pasado 26 de octubre, horas antes de que entrara en vigor el artículo 155 de la Constitución para intervenir la Generalitat.
El falso agente del CNI no sólo intentó engañar a los Mossos d’Esquadra. También se ofreció a un responsable de seguridad del PP en Cataluña para intentar infiltrarse en círculos independentistas con el fin de desprestigiarles, según la versión que la Policía autonómica catalana ofrece en su informe.
Finalmente, David Puig fue detenido el 19 de abril de 2014 tras protagonizar un incidente en el parking del Paseo Taulat de Barcelona portando una credencial falsa del CNI. Quedó imputado por un delito de usurpación de funciones. Los Mossos llegaron entonces a la conclusión de que sufría algún tipo de «desajuste psicológico» y que actuaba movido exclusivamente por el interés económico.
Provocar «actividades terroristas»
Pero lo que más preocupó a los Mossos es que David Puig también había logrado ponerse en contacto con Miquel Sellarés, quien como director general de Interior con el presidente Jordi Pujol fue el responsable de la puesta en marcha de la Policía autonómica y actualmente dirige un lobby independentista especializado en cuestiones de seguridad, el Círculo de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC).
Según el informe que los Mossos han intentado destruir, el falso agente del CNI entregó a Miquel Sellarés «un documento de cómo debía constituirse un ejército y un servicio de inteligencia en una Cataluña independiente».
También se ofreció al ex alto cargo de la Generalitat para «acercarse al sector más militarista de la ANC» y promover un encuentro con Jordi Riba Oliveres, vinculado a un grupo independentista violento, los Escamots. Según la interpretación que los Mossos hacen en su informe, el objetivo de David Puig era «acercar la élite civil ideológica del proceso con personas que implicaría en actividades terroristas, banda armada y conspiración».
Siempre según el mismo informe, David Puig actuaba en connivencia con otro individuo, identificado como Alberto Martínez Fábregas, supuestamente vinculado con la colocación de un artefacto explosivo en el campo de golf de San Cugat del Vallès y que se hacía pasar por agente del Mossad.
Tiene «algún desajuste psicológico»
«Durante diferentes reuniones», anotó en su informó un agente de la UCRO (los servicios de información de los Mossos), «se pudo determinar que se trataba de una persona con algún tipo de desajuste psicológico, muy metódico y mostrando mucho interés sobre los temas relacionados con la seguridad personal, destacando la poca ética a la hora de hacer los trabajos».
«Durante las reuniones llevaba guantes para no dejar ninguna huella digital», añade el informe, «no quería ningún terminal telefónico facilitado por nosotros, no quería aportar ningún dato relacionado con su vida personal para evitar que se averiguase su identidad real y durante los encuentros aplicaba medidas de contravigilancia, así como medidas para no ser controlado».
El informe de la Comisaría de Información de los Mossos añade: «Según nos comenta Puig, ha intentado vender el material a formaciones políticas como Ciudadanos, servicios de inteligencia españoles como el CNI, diarios virtuales como El Confidencial, diarios como El Mundo y no se descarta la posibilidad de que esta persona ya haya hecho el intento de realizar la transacción o incluso ya haya aportado información a estos entornos».
Los agentes sostienen que intervinieron a David Puig un documento en el que proponía vincular a los Mossos y a los Escamots «con actividades ilegales como obtención de armas, que habría vendido a los integrantes del grupo o introduciendo un alijo en las instalaciones antes de intervenirlas con orden judicial».
Atentados de «falsa bandera»
En el mismo documento intervenido tras su detención, Puig expone que «dispone de una red de confidentes que tiene en ámbitos musulmanes, oratorios, centros culturales islámicos, etc… aportando un vídeo del reclutamiento de una persona de Badalona de origen marroquí».
Los Mossos aclararan que en el citado vídeo, grabado con su teléfono móvil, se puede comprobar cómo Puig y su cómplice Alberto Martínez «intentan reclutar a una persona para infiltrarse en supuestos ámbitos islamistas».
El documento intervenido al falso agente del CNI «expone literalmente, en relación a las personas reclutadas, que la mayoría fueron intimidadas y abordadas con falsa bandera y trabajarían gratuitamente, por poco dinero o esperando tratos irreales, todos ellos son dispensables y no se conocen entre sí».
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