Investigación

Iglesias se hace autodonaciones para lograr que Hacienda le devuelva 3.000 € ganando 110.000

Pablo Iglesias utilizó un artificio para lograr que la declaración de la renta de 2014 le saliera a devolver: se desgravó las donaciones que dijo haber hecho a la entidad Con Mano Izquierda(CMI), que realiza el programa La Tuerka por el que cobró ese año como presentador y director. Así, unos ingresos que alcanzaron los 110.000 euros, pese a no tener hijos ni hipotecas, supuso que el fisco le devolviera 3.500 euros.

Iglesias, en el portal de la transparencia de Podemos, alardea de que cada mes donó 4.000 euros a la entidad que produce su programa televisivo, La Tuerka. Total, 24.000 euros supuestamente donados en ese ejercicio, ya que tomó posesión de su escaño en julio de 2014. Iglesias lo publicitó como un gesto de filantropía. No quería quedarse con los 8.000 euros brutos del Parlamento Europeo. Se reservó 2.200 euros netos.

Pero, en realidad, esa donación fue muy rentable para él: quedó como un político con desapego hacia el dinero, financió al programa del que cobraba y, por último, le sirvió para rebajar su carga tributaria. Iglesias, sin embargo, declaró al fisco haber donado sólo 6.300 euros en 2014. No podía desgravarse más porque tenía como tope el 10% de su base imponible, 63.000 euros.

A esto se suma que declaró 49.000 euros de ingresos por actividades económicas como autónomo —lo relativo a la producción de su programa de la Tuerka— pero registró unos gastos de 40.611 euros . Por tanto, toda esta labor extraparlamentaria se supone que sólo le dio un rendimiento de apenas 8.200 euros. La partida de deducciones para rebajar esos ingresos del Iglesias televisivo estaba nutrida por conceptos como alquiler, sus propias cotizaciones a la seguridad social, sueldos o salarios.

Por la parte de empleado, se supone que tuvo unos ingresos brutos de 58.000 euros por su puesto en Europa. Un concepto por el que sólo le retuvieron 1.200 euros, a pesar de que en su web declara que pagó impuestos por 10.572 euros.

Sorprendentemente, y pese a su abultado salario como eurodiputado, la mayor parte de sus retenciones vinieron de actividades económicas ajenas al Europarlamento. El resultado de esta suma de deducciones y retenciones de sus dos vías de ingresos es que tendría que haber pagado 8.000 euros al fisco.

Sin embargo, se le habían retenido ya 11.675 euros. A tenor de sus propios datos, Iglesias había pagado de más al fisco. De esta forma, el partidario de endurecer la presión fiscal logró que Hacienda le devolviera la diferencia. Curiosamente, y en contraste con sus propios principios al respecto de la religión, destinó el 0,7 de la cuota íntegra a la Iglesia Católica, si bien complementado con la casilla de los fines sociales.