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ELECCIONES EEUU

Kamala Harris quiere censurar X (Twitter): «Elon Musk ha perdido sus privilegios, hay que apartarlo»

Los demócratas tienen declarada la guerra a Elon Musk desde que compró la red social

La vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, candidata demócrata, quiere censurar X (Twitter), como ha hecho ya esta semana en Brasil el comunista Luiz Inácio Lula da Silva al mando, criminalizando la plataforma digital que utilizan 200 millones de personas en el país brasileño. «Elon Musk ha perdido sus privilegios, hay que apartarlo», ha indicado Kamala Harris en unas declaraciones pasadas que se han hecho virales este domingo. «La conclusión es que no puedes decir que tienes una norma para Facebook y otra diferente para Twitter», ha reconocido Kamala Harris en la entrevista sobre la red social, que quiere controlar y, sin embargo, a la vez utiliza para atacar a su dueño, Elon Musk. Doble rasero el que quiere Harris: quiere eliminar a Donald Trump y al propio Musk y, a la vez, controlar los discursos de la red social del multimillonario.

En este sentido, en la entrevista con el periodista de la cadena izquierdista CNN, Jake Tapper, Kamala Harris ha destacado que «hay que aplicar la misma norma, es decir, hay que responsabilizar a estos sitios de medios sociales para que comprendan su poder. Están hablando directamente a millones y millones de personas sin ningún nivel de supervisión o regulación, y eso tiene que acabar», ha destacado Harris mientras incluso el periodista Jake Tapper se ha encogido de hombros, aunque ha callado después de la explicación de Harris.

Kamala Harris no sólo quiere censurar a Elon Musk, como se ha hecho con Mark Zuckerberg con Facebook durante la pandemia, sino que también ha exigido en el pasado que se echase al ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, candidato republicano en la red social. En septiembre de 2019, cuando era candidata a la presidencia en las primarias demócratas, Harris pidió retirarle a Trump, entonces presidente de Estados Unidos, el acceso a las redes sociales: «Seamos sinceros, la cuenta de Twitter de @realDonaldTrump debería ser suspendida», escribió entonces dentro de la campaña contra Trump y otros conservadores, a los que los demócratas querían fuera de las redes sociales, debido a que los izquierdistas liberales consideraban que su discurso incitaba al odio.

Antes de que el magnate Elon Musk, afín a Trump, comprara la red social Twitter y le cambiara el nombre a X, sus políticas de moderación eran establecidas y ejecutadas por trabajadores tecnológicos izquierdistas, que simpatizaban en contra de los discursos conservadores, a los que posteriormente el multimillonario sudafricano despidió. Entonces, los demócratas no decían nada.

Desde que el Elon Musk respaldase a Trump el 13 de julio, día del atentado que sufrió el republicano, la vicepresidenta Kamala Harris y su equipo de campaña no han hecho más que atacarle en repetidas ocasiones.  La campaña ha calificado a Musk y a Trump de «ricachones obsesionados consigo mismos».

Los aliados de Harris, incluido Shawn Fain, el presidente de United Auto Workers, el mayor sindicato de la industria del automóvil en Estados Unidos, han seguido con sus ataques contra Musk. A los mismos, se han unido otros líderes sindicatos con una estrategia de acoso y derribo que recuerda a la que llevó a cabo el equipo de la campaña de Barack Obama en 2012 contra Mitt Romney, candidato republicano, ex gobernador de Massachussetts.