China y Cuba acuerdan instalar una base de espionaje para escuchar a EEUU

Los países comunistas, China y Cuba, han llegado a un acuerdo secreto para que Pekín establezca una base de espionaje con una instalación de escuchas electrónicas en la isla del Caribe, a pocos kilómetros de Florida (Estados Unidos). Un movimiento que se interpreta en Washington como un nuevo desafío geopolítico de Pekín a Estados Unidos.

La instalación de escuchas de China en Cuba para su espionaje, que se ubicará a unos 160 kilómetros de Florida, permitirá a los servicios de inteligencia chinos captar las comunicaciones electrónicas en todo el sureste de Estados Unidos, donde se encuentran muchas bases militares, destacando las bases de Texas, y resaltando el comando sur en Florida, cuya área de influencia se distribuye en Latinoamérica y parte del Atlántico, y vigilar el tráfico marítimo estadounidense.

La revelación sobre el emplazamiento previsto ha desatado la alarma en el centro de la administración Biden, debido a la proximidad de Cuba con el territorio continental estadounidense, ya que Washington considera a Pekín su principal rival económico y militar, suponiendo una amenaza sin precedentes para Estados Unidos la instalación de una base china con capacidades militares y de inteligencia avanzadas.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, ha declarado ante esta información, publicada por el Wall Street Journal, que «vigilamos los movimientos de cerca, hemos tomado medidas para contrarrestarlo y seguimos confiando en que podemos cumplir todos nuestros compromisos de seguridad en casa, en la región y en todo el mundo».

La revelación de este acuerdo por el WSJ, destacada por diferentes medios de comunicación en Estados Unidos, ha suscitado las críticas de los republicanos sobre la postura de la administración respecto a China, país considerado nuevo comunista capitalista, y Cuba, país comunista: «Joe Biden tiene que despertar ante las verdaderas amenazas chinas a nuestras puertas», ha escrito en redes sociales Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y embajadora ante las Naciones Unidas y actual candidata presidencial republicana. «La amenaza de Cuba a Estados Unidos no sólo es real, es mucho peor que esto», ha destacado el senador republicano de Florida cubanoestadounidense Marco Rubio después de que se hiciera eco del acuerdo el Miami Herald, periódico de referencia de la disidencia cubana en Estados Unidos.

Esta revelación recuerda a los historiadores a la antesala de la crisis de los misiles cubanos de 1962. Entonces, Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron al borde de la guerra nuclear después de que los soviéticos desplegaran misiles con capacidad nuclear en Cuba, lo que provocó una cuarentena de la isla por parte de la Marina estadounidense.

En esta ocasión, ese movimiento se produce tras intensas especulaciones de que Rusia, y no China,planeaba reabrir su base de espionaje de la era soviética en Lourdes, una localidad cercana a La Habana, que cerró en 2002. Una tesis que se apuntala con la circunstancia de que altos funcionarios de seguridad nacional y diplomáticos rusos hayan viajado a la isla recientemente, unido a que los dos gobiernos mantienen su sintonía, destacando el apoyo público de los líderes cubanos a la invasión rusa de Ucrania.