Biden la lía en la cumbre de la OTAN y presenta al líder de Ucrania como el «presidente Putin»

El presidente de Estados Unidos Joe Biden la ha vuelto a liar en la cumbre de la OTAN este jueves y ha presentado al presidente de Ucrania Volodímir Zelenski como el «presidente Putin»: «Señores y señoras Vladimir Putin» ha dicho Biden cuando tenía al lado a Zelenksi. Rápidamente se ha corregido a sí mismo: «¿Presidente Putin? Va a vencer al presidente Putin. Presidente Zelenski. Estoy tan centrado en derrotar a Putin que tenemos que preocuparnos. Señor presidente», le dirige a Zelenski, que le ha contestado: «Soy mejor». «Es usted mucho mejor», le ha contestado Joe Biden intentando arreglar el error.

Este último error del presidente Joe Biden ha llegado cargado de simbolismo, el cual ha disparado la gravedad del mismo. Biden ha presentado al presidente de Ucrania con el nombre del dirigente que comanda la invasión de su país, Rusia, el presidente Vladimir Putin. Es el peor error diplomático posible, y lo ha hecho en el peor escenario posible: en una cumbre de la OTAN, y en una conferencia temática dedicada exclusivamente a la defensa de Ucrania.

Este nuevo lapsus se produce cuando Biden lucha por su propia supervivencia política después de que los grandes donantes demócratas y los congresistas hayan pedido que abandone la carrera por sus problemas cognitivos, que se pusieron de manifiesto el pasado 27 de junio cuando fue incapaz de articular palabra frente al ex presidente Donald Trump en el debate de Atlanta (Georgia).

La presión ha aumentado después de que se haya sabido que un experto en párkinson ha visitado la Casa Blanca para ver al médico del presidente. Sin embargo, desde la Casa Blanca, se ha querido hacer hincapié en que no ha visto al presidente.

Esta nueva evidencia sobre el deterioro cognitivo de Biden se ha producido sólo una hora antes de que tuviese lugar la rueda de prensa de Biden con los periodistas de cierre de la OTAN, en la que tenía que demostrar que se encontraba en plenas facultades.

Biden ha aumentado las dudas sobre su capacidad cognitiva, debilitando su candidatura tras el nuevo desastre una hora antes de la prensa de la OTAN cuando los grandes donantes demócratas, los congresistas, la prensa liberal y los votantes han pedido que se aparte de la carrera presidencial, al no considerarle capaz de vencer al candidato republicano, Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos.

El propio equipo de campaña de Biden ha reconocido que «tiene que abandonar», debido a que consideran que «nunca se recuperará de esto» y han empezado a sondear a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para reemplazar a Biden en la carrera presidencial contra Donald Trump.

Durante dos semanas, Biden ha luchado por estabilizar su campaña tras la debacle del debate del 27 de junio contra Trump en Atlanta (Georgia). Biden ha fracasado en tranquilizar a los grandes donantes demócratas, los artistas de Hollywood, encargados de hacerle grandes fiestas de recaudación de fondos, los congresistas demócratas, que temen perder 20 asientos en el Congreso, y los votantes. Sus presiones han aumentado después de que se supiera que un especialista en párkinson ha visitado la Casa Blanca casi una docena de veces para ver al médico del presidente.