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Inmigración

El Aquarius navega por el mediterráneo con 141 inmigrantes sin permiso para atracar en ningún puerto europeo

El presidente de Médicos Sin Fronteras en España (MSF), David Noguera ha alertado de que la situación para el Aquarius, que navega con 141 migrantes a la espera de que algún país le ofrezca un puerto seguro, es «peor» que cuando hace un mes el Gobierno español autorizó su llegada a Valencia.

El buque de rescate de Sos Mediterranée y Médicos Sin Fronteras, que navega al este de Malta, no ha obtenido hasta ahora respuesta por parte de ningún gobierno europeo para poder desembarcar. «Salvini (el ministro del Interior de Italia) ha sido claro y diáfano, Malta no ha dicho nada y no ha habido ningún otro gobierno que haya dado respuesta», ha explico Noguera en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press.

Para el presidente de MSF, la situación para el rescate en el Mediterráneo ha empeorado y ha asegurado que la patera en la que viajaban estos migrantes se cruzó en el mar con cinco mercantes que no les rescataron, algo que anteriormente no sucedía. «Los mercantes ahora están atrapados en esta dicotomía, porque tienen miedo a encontrarse en la misma situación del Aquarius y no poder desembarcarlos», ha comentado.

Para Noguera, la situación demuestra una «incapacidad absoluta de las personas que deberían tener capacidad para crear un sistema humano para solucionar esto».

Según ha explicado el presidente español de MSF, los ocupantes del Aquarius se encuentran «razonablemente bien después de una experiencia vital tan traumática huyendo de un conflicto y de una experiencia aterradora como es la de saltar al mar en la patera».

En cuanto a las condiciones del Aquarius para permanecer durante mucho más tiempo navegando, Noguera ha explicado que disponen de víveres para «cinco siete días» aunque ha precisado que ese no es el problema. «No dejarán de recibir los cuidados adecuados, porque tenemos recursos para gestionar este tipo de situaciones, pero no vamos a tener un barco errático dando tumbos», ha indicado. En su opinión, «el corazón del debate no está en ver si estos en un problema de refugiados o de emigración, es de humanidad».