Historia
Curiosidades

¿Existe el Yeti?: Esto es lo que se ha investigado sobre él

La borrasca Filomena sigue causando estragos en nuestro país y parece que ahora, después de la nieve, será el frío el que ocupe un lugar principal en los próximos días. Ante estas semanas de frío y nieve, es inevitable pensar las leyendas que siempre se han escrito sobre el ser más frío del mundo, el conocido como Yeti, abominable hombre de las nieves.

Aunque jamás se ha visto a uno de cerca, muchas son las leyendas y mitos que han circulado alrededor de esta criatura, que parece tener historias por todo el mundo.

Diferentes leyendas

La leyenda más aceptada sobre el Yeti nos llega desde los budistas de las montañas del Himalaya. Desde mucho antes del siglo XIX, se contaban historias donde un simio gigantesco, de pelo blanco y largo, se aparecía en las épocas de más frío por las montañas. Esas historias determinaron llamarlo Yeti.

En este caso, el Yeti siempre ha pertenecido a Asia, pero en otros lugares del mundo surgieron historias similares, parecidas, y que otorgaron otros nombres a este ser de grandes pisadas, pelo blanco y largo. 

Por ejemplo, Snowman, o abominable hombre de las nieves, surgió en 1920, cuando un periodista entrevistó a una serie montañeros que regresaban de escalar el Everest. Tras una entrevista por el periodista, indio, escribiendo en inglés, la transcripción fue mal interpretada y se quedó con «abominable Snowman» después de que los montañeros describiesen pisadas enormes en su trayecto.

¿Dónde surgió el Yeti?

En la década de 1830 ya existían algunos relatos de excursionistas que se dirigían a  Nepal y hablaban de una criatura bípeda de gran tamaño que correspondería con las descripción de el Yeti. En aquel tiempo se determinó que sería un gran orangután. Fue años después, el explorador británico Laurence Waddell el que reportó la existencia de huellas de gran tamaño .

El investigador llegó a la conclusión de que podría existir una criatura con características como las descritas sobre el Yeti, pero en sus entrevistas determinó que nadie lo había visto realmente y simplemente hablaban de visiones de otras personas.

Pero el boca a boca y el interés que suscitó a lo largo del pasado siglo la historia de el Yeti,  muchos investigadores se lanzaron a la búsqueda real de este hombre de las nieves. Comenzaron una serie de expediciones con un mismo fin para encontrar al famoso Yeti.

El fotógrafo N.A. Tombazi escribió sobre una extraña criatura que vio a unos 4.600 metros de altura. Después, describió que lo había visto durante un minuto a unos 200 metros de él. Pero el máximo interés por el personaje tuvo lugar en los años 50 cuando un montañista, Eric Shipton, tomó unas fotografías de lo que parecía unas grandes pisadas que se hicieron enormemente famosas.

Muchos sostienen que se trata de la mayor evidencia de la existencia del Yeti, aunque nadie ha logrado verlo jamás. La leyenda se propagó mucho más durante esta época, con historias poco creíbles como la de Edmund Hillary y Tenzing Norgay que aseguraron ver a la criatura en el Everest, aunque ambos, años después, confesarían que habría sido «poco probable que fuera el Yeti».

La gran expedición

Un grupo de investigadores, liderados por Ralph Izzard, comenzaron en 1954 la gran expedición al Himalaya para buscar evidencias reales de la existencia de la criatura. Varios científicos junto al jefe de la expedición, recorrieron las montañas durante seis meses, sin más resultados que leyendas y conjeturas sobre el Yeti, pero ninguna prueba certera de sus existencia.

Solo fueron capaces de registrar varias huellas de gran tamaño que se podrían identificar con la criatura, pero nada de imágenes reales sobre él. Después surgieron muchas más expediciones, en las que se pretendía encontrar algo más que pisadas que, posiblemente,  corresponderían a otros animales y la erosión las habría hecho un poco más grandes.

Una de las más curiosas de estas expediciones llegó en 1957 con el investigador Tom Slick. Slick había realizado varias rutas por el Himalaya, en una de ellas aseguró haber encontrado heces de un animal desconocido. En un análisis posterior se determinó que había un parásito no conocido que podían ser de un animal, a su vez, también desconocido.

Pruebas de ADN

A pesar de las continuas expediciones, donde hasta Estados Unidos intervino para tener una relación más fluida con Nepal, no se han datado ninguna evidencia concreta de la existencia de este Yeti, ni del abominable hombre de las nieves para otros.

En el año 2016 se realizó una de las investigaciones más certeras de los últimos años en la búsqueda de esta criatura. Un equipo nutrido de investigadores analizaron 9 muestras de ADN que podrían ser del Yeti, encontradas en el Himalaya y el Tibet.

Ninguna de estas muestras determinó la existencia de una criatura extraña, todas pertenecían a grandes osos, perros y animales conocidos, dejando de nuevo a un lado la leyenda de la existencia de el abominable hombre de las nieves.