‘Veneno’ llega con un capítulo 2 que nos emociona y cala muy hondo

Cristina Ortiz, la Veneno, ha sido y será siempre una de las grandes referentes en cuanto a la visibilidad del colectivo LGTB. Llegó a nuestras vidas en una época donde hablar de conceptos como homosexualidad o transexualidad era algo completamente tabú. Ella llegó pisando fuerte, dando visibilidad a algo tan simple como es el amor. Su lucha hizo que todo el mundo comenzara a ser tratado por igual, independientemente de su orientación sexual o género.

Hace años que falleció, pero Veneno sigue estando muy presente en nuestras vidas. Y ahora más, tras el estreno de la serie dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi para ‘Atresplayer Premium’. Una historia basada en el libro ‘¡Digo! Ni puta ni santa’ de Valeria Vargas, que recoge las memorias de Cristina Ortiz. Una apuesta arriesgada por la compleja historia, pero más que acertada viendo los resultados.

El pasado mes de marzo, en pleno confinamiento, pudimos disfrutar del capítulo 1 de la serie de Veneno. Llegó en un momento crítico para el país, pero supuso un soplo de aire fresco. Comenzamos a descubrir a Cristina Ortiz, desde cómo comenzó a formar parte de ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’, así como esa parte final de su vida en la que conoció a Valeria.

Para ella, Veneno era un ejemplo a seguir. La adoraba y fue un sueño hecho realidad poder haber coincidido en un momento crucial en la vida de ambas. Nos quedamos sin palabras y teníamos muchísimas ganas de poder disfrutar ese segundo capítulo de ‘Veneno’. ¿Lograrían mantener el gran nivel de la serie?

Como era de esperar, no nos decepcionaron. El segundo episodio va mucho más allá de lo que nos imaginamos. En las ganas de Valeria de descubrir esa parte oculta de Veneno para poder completar esas lagunas que había en su libro, nos dan paso a una historia que nos deja el alma rota pero a la vez nos fascina, por cómo Cristina se antepuso a las dificultades.

Descubrimos los inicios de la vida de José Luis Ortiz, conocido en el pueblo almeriense de Adra como Joselito. Un viaje hasta llegar a ser Cristina. Unos primeros años rurales, muy duros, con una madre y un entorno completamente intolerantes. Golpes, maltrato físico y verbal… Momentos escalofriantes que Javier Calvo y Javier Ambrossi han sabido tratar con realidad, pero sin regocijarse en exceso. Todo ello, a través de los ojos de su protagonista. En numerosos puntos, te deja el vello de punta.

Isabel Torres, que da vida a Veneno en su etapa madura, está sensacional. Echa la vista atrás hasta llegar a Joselito y lo mucho que sufrió en su infancia. El hecho de que nadie comprendiera ni respetara lo que estaba pasando en su vida era algo tremendamente duro. Hasta que llegó un momento muy concreto, como es el de su comunión, en el que cambió de chip de manera definitiva. Decidió vivir su vida, y no la de los demás. Ese fue el punto de inflexión en la vida de Cristina Ortiz.

Pasamos a la adolescencia donde, a pesar de que le seguían llamando “maricón” por las calles de Adara, Joselito respondía “digo, ¡y a mucha honra!”. Nos muestra, además, a un joven de 16 años practicando una felación a un conocido del pueblo de su misma edad. Continuamos con un gran despliegue visual y emocional, hasta llegar a esa feria del pueblo que nos transmite nostalgia, pero también ápices de terror.

Como decimos, en este capítulo 2 de ‘Veneno’ somos protagonistas de un gran viaje donde no solamente Cristina es protagonista, sino también Valeria Vargas. Tenía auténtico pavor de contar a su familia que ella no era un chico, sino que siempre se había sentido una mujer. Después de escuchar ese dolor en la infancia de Veneno y lo mucho que sufrió por el continuo desprecio de su madre, tuvo claro que ella quería ser sincera con la suya. Quería ser ella misma, de una vez por todas. En esa escena observamos lo duro que es querer ser libre y lo que cuesta serlo en muchas ocasiones. ¿Cuándo llegará el día en que la libertad no sea un deseo sino un deseo?

‘Veneno’: Un capítulo 2 desgarrador pero real y leccionario

Siempre supimos que Cristina Ortiz tenía una durísima historia detrás de ese “¡Digo!” que tanto le caracterizaba. Durante años hizo sonreír a miles de espectadores en televisión, pero detrás de esa figura despampanante hay una historia de superación verdaderamente increíble. Veneno ayudó a muchísimas personas a dar voz a su historia, pero también sirvió para normalizar la visibilidad del colectivo. Este viaje que nos ofrece el segundo episodio de la serie va hasta el interior de sus sentimientos y el motivo de sus emociones.

Este capítulo estará disponible en ‘Atresplayer Premium’ a partir del 28 de junio, día del colectivo LGTB. Un día absolutamente perfecto para dar paso a una nueva era de esta serie y, sobre todo, dar visibilidad a esta etapa en concreto. Una lección que podría abrir los ojos a muchísimas personas, y esperemos que así sea. ¡Recomendadísima!