Periodista especializado en información de corazón y televisión. Me paso la vida hablando de la vida de los demás. Antes en La Vanguardia.
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Joaquín Reyes se ha convertido en uno de los humoristas más conocidos de nuestro país gracias a sus particulares imitaciones, aunque una de ellas casi le cuesta terminar detenido. Es lo que ocurrió en el año 2017, en pleno procés catalán, cuando se metió en la piel de Carles Puigdemont.
Pese a que consigue que todos sus personajes tengan acento manchego, el imitador sí que consigue junto a su equipo grandes caracterizaciones que guardan un gran parecido con los originales. Tras declarar la independencia de Cataluña durante solo 8 segundos, el político se marchó a Bélgica, donde ha pasado los últimos años en el exilio. Su regreso este jueves 8 de agosto a Cataluña durante solo unos minutos ha provocado que muchos hayan recordado este momento de la televisión.
Joaquín Reyes paseando tan tranquilito por la Rambla de Cataluña, los mossos dejándole pasar porque ‘esta vez ni se ha disfrazado’, pero lo cierto es que sí era una disfraz, porque era el mismísimo Carles Puigdemont.
Debido a la actualidad informativa de aquel momento, Reyes y parte del equipo del programa El Intermediose trasladaron hasta el conocido Parque Europa de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Allí hay recreaciones de los principales monumentos del continente, por lo que era el lugar ideal para recrear el viaje de Puigdemont para evitar su detención.
Lo que parecía una grabación más para el equipo de El Intermedio, se convirtió en una anécdota que ninguno de los allí presentes han olvidado años después. Joaquín Reyes recordó en el 18 aniversario del programa cómo la Policía acudió al lugar para comprobar si era el verdadero Puigdemont.
Joaquín Reyes recuerda el día en el que los agentes acudieron al verle disfrazado de Carles Puigdemont (Atresmedia).
«España funciona como un reloj, y lo digo por experiencia», recordaba el manchego antes de explicar que tuvieron la brillante idea de ir a grabar caracterizado en un momento en el que no había indultos ni nada parecido y que el ambiente estaba muy caldeado.
«Un jubilado alertó a la Policía de que el fugado de Waterloo se refugiaba en un parque de Torrejón de Ardoz, que es donde estábamos grabando», contaba ante las risas de todos los presentes en aquel programa. Como era de esperar, ante una llamada así los agentes se personaron rápidamente: «No tardaron ni cinco minutos en venir a detenerme».
Reyes bromeó con el momento vivido por todos, ya que él mismo y sus compañeros tuvieron que dar explicaciones de lo sucedido. Solo unas horas después del incidente entró en El Hormiguero para contar lo sucedido con mucho humor, ya que todo quedó en una gran anécdota.
En aquella charla, aseguró que sus compañeros se quedaron «como gatos de escayola» al ver que se acercaban seis agentes hacia ellos. También explicó que que iban «despacico», quizás porque «se olían la tostada» de que no era el verdadero Carles Puigdemont.
La gente de producción rápido tuvo que explicar que se trataba de una grabación para la televisión, pero lo más curioso llegó después, cuando el propio Joaquín pudo hablar con el hombre que llamó a los agentes. La respuesta del ciudadano fue la siguiente: «No está la situación para bromitas».
Tal y como reconocía a Pablo Motos, el mérito fue de Nacho Díaz, el caracterizador que consiguió un enorme parecido con el presidente y que él solo había tenido que pasearse por la zona con abrigo, una bufanda amarilla y una estelada. «Si el hombre me hubiera oído hablar en manchego hubiera dicho ‘espérate, espérate’.
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