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Este restaurante de Madrid lleva dos siglos abierto en el mismo edificio donde vivió Cervantes: tiene un sol Repsol

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En el corazón de Madrid, en las históricas calles del Barrio de las Letras, se encuentra un restaurante que ha desafiado al tiempo. Con cerca de dos siglos de historia, este lugar no sólo es un emblema del casticismo madrileño, sino también un referente gastronómico donde tradición y calidad se encuentran. Ubicado en el mismo edificio donde vivió Miguel de Cervantes, su atmósfera lo convierte en una experiencia única en la capital. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo para descubrir cuál es y qué lo hace tan especial.

El restaurante de Madrid que vio pasar a Cervantes

Estamos hablando de Casa Alberto, un restaurante que abrió sus puertas en 1827 y que ha sido testigo de la evolución del Barrio de las Letras. Lo que comenzó como una modesta taberna, regentada por segovianos que ofrecían vinos acompañados de huevos duros y bacalao seco, se transformó con los años en un punto clave para los amantes de la buena mesa.

Durante los años 20, Casa Alberto vivió un auge notable, convirtiéndose en uno de los primeros lugares en Madrid donde se empezó a servir vermut, un aperitivo que aún hoy es una de sus especialidades.

El local conserva su esencia histórica. Al entrar, te encuentras con una barra de estaño que ha visto pasar generaciones, mientras las paredes están decoradas con recuerdos taurinos, literarios y fotos de las celebridades que han pasado por allí. Cada espacio tiene su propia historia, desde antiguas tertulias hasta encuentros que evocan el Madrid de otra época.

¿Cómo es la cocina de este emblemático restaurante de Madrid?

La propuesta gastronómica de Casa Alberto es una celebración de la tradición madrileña, con platos que destacan por su autenticidad y calidad. Las croquetas de calamar en su tinta son uno de los favoritos de los clientes, crujientes por fuera y con un interior lleno de sabor. El revuelto de bacalao con patatas paja es otra opción imperdible, que combina texturas y sabores con maestría.

Entre los platos principales, los callos a la madrileña y la carrillera con puré de patata se llevan los mayores elogios. La carrillera, en particular, destaca por su ternura y el equilibrio de su guarnición, ganándose un lugar especial en la memoria de quienes la prueban.

Otros clásicos, como los puerros gratinados con queso de cabra y los caracoles guisados, completan un menú que rinde homenaje a la cocina de siempre.

El vermut de la casa es otro protagonista indiscutible. Acompañado de las tapas de cortesía, es una experiencia que los visitantes describen como imprescindible.

Para cerrar con broche de oro, los postres como la torrija con helado de vainilla o la pannacotta con salsa de frambuesas son el final perfecto para una comida memorable.

Opiniones sobre este restaurante icónico de Madrid

Las opiniones de los clientes avalan el prestigio de Casa Alberto. Una pareja comentó que, aunque el restaurante estaba lleno, fueron atendidos con rapidez y disfrutaron de una cena que superó sus expectativas. Entre los platos que probaron, la carrillera fue la estrella, descrita como «espectacular» por su sabor y textura.

Otros destacan las croquetas de calamar en su tinta, calificándolas como imprescindibles, y el vermut casero, que siempre deja a los comensales con ganas de repetir.

El ambiente castizo del local, con sus decoraciones tradicionales y un servicio atento, completa la experiencia, haciendo que tanto turistas como madrileños lo consideren un lugar único.