Eurocopa
Eurocopa 2020: España - Suiza

Morata y su montaña rusa

Álvaro Morata vive instalado en una montaña rusa en esta Eurocopa. El delantero de la selección ha vivido momentos muy complicados de digerir, pero también tremendamente felices como su gol frente a Croacia en la prórrog

Morata: "Sé la razón de los pitos y no es difícil averiguarla, hablaré cuando termine la Eurocopa"

La Eurocopa de Álvaro Morata no está siendo sencilla. Al delantero de la selección española se le mezclan momentos tremendamente complicados con otros mucho más felices. En Sevilla lo pasó mal, mientras que contra Croacia en Copenhague se pudo quitar una losa que le estaba lastrando. Ahora, ante Suiza en cuartos de final, tratará de recuperar una sonrisa perdida desde hace varias semanas. El de la Juventus quiere volver a ser feliz y para ello la vía más rápida es meter goles.

No había comenzado la Eurocopa y las cosas ya no pintaban bien para Álvaro. Ese “¡qué malo eres, Morata qué malo eres!” que se escuchó en las gradas del estadio Metropolitano en el amistoso contra Portugal tras mandar al larguero un balón en los minutos finales del encuentro le hicieron daño. Un error que no fue ni mucho menos grosero provocó el ataque del público español contra uno de los suyos. Luis Enrique y sus compañeros le arroparon, aunque no fue suficiente.

Ante Suecia, en el debut en la Eurocopa, erró dos ocasiones muy claras de gol. La primera al comienzo del encuentro y la segunda tras el descanso. Dos fallos que provocaron los silbidos de una parte del estadio Olímpico de La Cartuja. Días después ante Polonia sí marcó, pero también perdonó oportunidades claras de gol, lo que alimentó un debate que se extendió al partido contra Eslovaquia, donde España por fin ganó, marcó cinco goles, pero en el que Morata falló un penalti con empate a cero en el marcador.

Con España clasificada para octavos de final, Morata reconoció lo mal que lo estaba pasando por los insultos que estaba recibiendo él y, sobre todo, su familia. Aseguró que sus hijos habían sido increpados en Sevilla por llevar puesta la camiseta de su padre. Una situación denunciable, tal y como dijo el propio Luis Enrique en la víspera del partido contra Croacia. Sus compañeros le volvieron a arropar y todos ellos le defendieron públicamente.

La alegría de Croacia

La situación no era la idónea, pero Luis Enrique continuó apostando por el delantero madrileño a pesar de las críticas. Y el tiempo le dio la razón. Ante Croacia firmó un gran partido. Posiblemente tendría que haber metido un cabezazo que fue demasiado picado, pero su derroche físico fue espectacular. Sólo le faltaba una cosa, el gol. Ese que llegó en la prórroga. Un tanto que empezó a sellar la clasificación de España para cuartos de final.

Tras el encuentro Morata estaba más emocionado que feliz. Todavía no sonríe, algo que la Selección espera que cambie contra Suiza en San Petersburgo. Una gran actuación del atacante le permitirá dar un giro de 180 grados a un jugador que tiene el total respaldo de Luis Enrique. La Eurocopa de Álvaro es una montaña rusa que ya ha bajado y ahora espera que no deje de subir.