España
Violencia callejera

La ultraizquierda calienta la algarada de Madrid con fotos de policías ardiendo: «Bonito, ¿verdad?»

«Bonito, ¿verdad?». Con esas palabras y una fotografía de agentes antidisturbios envueltos en llamas tras ser atacados con algún tipo de artefacto incendiario, los grupos que impulsan la algarada callejera prevista para este sábado en Madrid incitan a sus seguidores a recuperar la violencia vista en las semanas anteriores de revueltas pro-Hasél.

La Policía Nacional vigila estrechamente las convocatorias previstas para este sábado en Madrid. La cita es a las 19 horas en la estación de Atocha, desde la que partirán los ultras camino de la Plaza de Cibeles. Preocupa especialmente el perfil de las organizaciones y plataformas convocantes que se han adherido a la iniciativa: grupos de ultraizquierda con antecedentes violentos, ultras de fútbol, red-skins (‘cabezas rapadas’ de izquierda) militantes del movimiento okupa, anarquistas y antisistemas.

Ante este cóctel explosivo que se ha dado cita, las plataformas que acudirán están agitando el ambiente con mensajes e imágenes de alto contenido violento, como la de los agentes ardiendo que se adjunta sobre estas líneas. La fotografía no fue tomada originalmente en España, sino en París en diciembre de 2020. Tres de esos agentes atacados con un cóctel molotov sufrieron heridas de gravedad.

«Es muy visual, pero son simples quemaduras leves. En dos días estos vuelven al cuerpo a pesar de las quemaduras superficiales», aseguran desde uno de los grupos ultra que han difundido las imágenes de cara a las algaradas del sábado.

La imagen de agentes ardiendo que difunden en chats de ultraizquierda.

Operativo de «final de Champions»

La Policía se toma muy en serio la amenaza que supone la manifestación ilegal convocada este sábado. El despliegue de fuerzas policiales previsto, tal y como ha podido confirmar OKDIARIO, incluye a «entre 25 y 30 grupos» de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Unos 700 antidisturbios con apoyo de agentes de la Unidad de Apoyo a la Seguridad de la Policía Municipal madrileña.

El objetivo de este amplio despliegue no es otro que blindar Madrid con un «operativo digno de una final de Champions League en la que se espere la presencia de aficionados radicales».

La Policía también ha estrechado el cerco a las principales entradas a la Comunidad de Madrid, tanto nacionales como internacionales, con un despliegue en el aeropuerto de Barajas y vigilancias en las estaciones de tren de Chamartín y Atocha. Se espera la llegada de ultras provenientes de otros países y de otras zonas de España, atraídos por la violencia que se espera en las calles de la capital.

Ultras ‘importados»

La Policía ya les esperaba en base a lo descubierto en estas conversaciones interceptadas. Por ello, desde hace días la Brigada de Información ha puesto sus ojos sobre las principales vías de entrada a Madrid, tanto nacionales como internacionales. Y ya han cantado bingo: ya se ha detectado, explican estas fuentes, la llegada de un integrante anarquista ‘fichado ‘procedente de un país europeo, un rostro conocido en ambientes okupas que estuvo involucrado en los violentos disturbios que rodearon a la COP25, la cumbre internacional del clima que se celebró en Madrid en octubre de 2019.

Aquella cita, en la que participaron buena parte de los mismos grupos que han convocado las algaradas callejeras para este sábado 20 de marzo, atrajo a muchos integrantes del movimiento okupa, antiglobalista y antisistema.

A este antisistema fichado le ‘cazaron’ esta misma semana entrando por el aeropuerto de Barajas como «un turista más». Pero en la Policía se descarta que haya venido para conocer los museos o disfrutar de las terrazas, ni siquiera para una de esas fiestas en pisos que atraen a jóvenes extranjeros -especialmente franceses- desde hace algunas semanas.

Estos radicales acuden, explican fuentes policiales, a la invitación que se les ha cursado en las últimas semanas desde grupos y chats de Telegram de estos movimientos ultras. El mejor ‘gancho’ para ello han sido las imágenes de disturbios que se han visto en Madrid y especialmente en Barcelona en las últimas semanas, donde se asaltaron comisarías e incluso se intentó prender fuego a una furgoneta con agentes dentro.