España

Sánchez mueve a Isabel Rodríguez por toda Castilla-La Mancha para desbancar a su bestia negra Page

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afila la guillotina de cara a los congresos territoriales socialistas que tendrán lugar a finales de año y principios de 2025. Una vez que sea entronizado en el próximo 41º Congreso Federal del PSOE, Sánchez será implacable con los barones más críticos entre los que se encuentra su mayor bestia negra, Emiliano García-Page. Y para ello el actual secretario general del PSOE ya ha movido ficha. Su recambio, según ha podido saber OKDIARIO, es la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, a la que el presidente ordenó en pleno agosto recorrer varios pueblos de Castilla-La Mancha con la intención de ganarse a las bases socialistas de la región.

Muchos se sorprendieron al ver a la ex alcaldesa de Puertollano (Ciudad Real) recorrer hace siete días junto a la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón -enemiga íntima de Page-, la rehabilitación integral del Pabellón Municipal de Toledo. Pero es que seis días antes, Rodríguez había estado en Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) paseando ataviada con un casco de obra por las obras de reconversión en moderno centro sociocultural de la Bodega de Eladio. Rodríguez se convierte así en otra pieza más de la profunda renovación territorial que planea Sánchez, y que incluiría, además de a Castilla y León, a Andalucía, Aragón y Madrid.

Rodríguez, que fue alcaldesa en la castellanomanchega Puertollano entre 2019 y 2021, deslizó en la mencionada visita a Toledo que «no tuvo ocasión de hablar con García-Page», habida cuenta de que el presidente disfrutaba de sus vacaciones estivales. También esgrimió lo mismo en su visita a la provincia de Ciudad Real días antes, argumentó Rodríguez que Page disfrutaba «de un merecido descanso» para justificar que no hubiera cruzado palabra con él en sus visitas a la comunidad presidida por el barón socialista.

Voces acríticas con Sánchez

La figura de Emiliano García-Page se está volviendo particularmente incómoda para Pedro Sánchez en los últimos tiempos, habiendo el primero llegado a criticar incluso el plan que Sánchez trata de pergeñar para controlar a los medios críticos. «Si se hace por intereses sectarios, está condenado al fracaso», sentenció recientemente el presidente autonómico. Con todo, y lejos de buscar beneficiarse del hecho de que el castellanomanchego pueda mantener el voto socialista moderado que no vea con buenos ojos las cesiones del Gobierno a los separatistas, la verdadera aspiración de Sánchez es la de eliminar voces discordantes -con su persona- y rodearse de un núcleo fundamentalmente acrítico con las medidas que se tomen desde Moncloa para perpetuarse en el poder.

Así, hace escasos días se conocía que Sánchez ha adelantado por sorpresa el Congreso Federal del Partido Socialista, que debía celebrarse el próximo año pero que finalmente se desarrollará en Sevilla a finales del próximo mes de noviembre. La cita tiene una importancia esencial, pues el objetivo del presidente es el de apuntalar su liderazgo interno en el partido. Y es precisamente en este escenario donde encaja la línea de actuación que pasa por potenciar a Isabel Rodríguez, de la máxima confianza de Sánchez, en Castilla-La Mancha como futura lideresa regional.