España

Sánchez mira al centro tras la irrupción de VOX buscando recuperar voto de Ciudadanos

Al líder del PSOE Pedro Sánchez, la irrupción de VOX en las instituciones españolas no le supone preocupación alguna. El Presidente del Gobierno ve en el partido de Santiago Abascal un buen aliado para debilitar a uno de los partidos en auge, Ciudadanos, robándoles votos por ambos lados del tablero político.

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Sánchez va a utilizar el giro a la derecha más radical de la formación de Albert Rivera para situarse en el centro de la política española, a día de hoy huérfano de siglas con C’s y PP virando hacia la derecha para frenar la subida de VOX, que tras los doce escaños conseguidos en el Parlamento de Andalucía fija ahora su objetivo en conseguir representación en las europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo y en las generales del año que viene o el 2020.

En el PSOE son conscientes que en los comicios del 2015, donde la candidatura de Pedro Sánchez sacó el peor resultado de su historia, parte del votante socialista se fue a Ciudadanos, con un discurso socio-liberal y abanderando la lucha contra la corrupción, como único partido que no estaba salpicado por ningún caso. Por ese motivo, ganada la batalla con Podemos, ahora en Ferraz y Moncloa creen que el socialismo español debe situarse en el centro para permanecer en el poder.

No es una estrategia nueva, ya que en otros países de Europa, como Alemania, los socialistas ya han ido haciendo este viraje en los últimos años con gobiernos de coalición con la derecha, algo que en España todavía no ha ocurrido por la rivalidad entre los dos grandes partidos que representaban izquierda y derecha. Con la irrupción de nuevas formaciones, aunque las relaciones de los lideres del PSOE y el PP aseguran que están rotas, la posibilidad de pacto entre los dos partidos tradicionales para evitar el ascenso al poder de las nuevas fuerzas que puedan poner en riesgo ciertos privilegios defendidos por ambos partidos es cada vez mayor.

Pero antes de estos pactos post electorales, Sánchez quiere vender al PSOE en las urnas como el partido que puede llegar a acuerdos con todos los constitucionalistas y que no va a poner en riesgo ni el marco constitucional, ni el territorial ni la economía española.