España
Crisis del coronavirus

El riesgo de Covid multiplica por 14 el que fijó Sánchez al imponer su estado de alarma sin control

La incidencia acumulada (IA) de coronavirus, que se mide en el número de casos por cada 100.000 habitantes en 14 días -y es un indicador del riesgo de contagio- multiplica por 14 la que Pedro Sánchez se fijó como objetivo cuando decretó su estado de alarma sin control. El presidente socialista se propuso entonces llegar a una IA de 25 casos. Según la última actualización del Gobierno, ésta es ya de 350,48.

El Consejo de Ministros aprobó el nuevo estado de alarma el pasado 25 de octubre, el tercero decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez. El presidente socialista ya expresó entonces la intención de prorrogarlo hasta mayo, una duración inédita, pero, además, esquivando el control del Congreso planteando una única prórroga. Finalmente, y tras las críticas, Sánchez cedió a acudir al Parlamento cada dos meses, aunque en una comparecencia meramente informativa, es decir, sin votaciones de ningún tipo.

El decreto del estado de alarma contenía medidas restrictivas para limitar la movilidad, como el toque de queda obligatorio, de 23:00 a 6:00 horas, un horario que podría ser modulado en una hora por las comunidades autónomas. La medida supuso un duro golpe para la hostelería, ya muy afectada por el confinamiento decretado en marzo.

Además, con el estado de alarma se autorizaba también a las autoridades autonómicas a limitar la entrada y salida de sus territorios mediante cierres perimetrales, y quedaban prohibidas las reuniones de más de seis personas que no fuesen convivientes.

«Un reto colectivo»

En una comparecencia institucional en La Moncloa, el dirigente socialista planteó entonces un «reto colectivo» para las siguientes semanas: lograr que la incidencia acumulada -que por entonces se situaba en 348 casos por cada 100.000 habitantes- se rebajase a los 25 casos. Un objetivo sin duda ambicioso.

Para lograrlo, Sánchez apeló, además de a la movilización coordinada de las administraciones públicas, a la colaboración de la ciudadanía: «Podemos volver a contener al virus si todos cooperamos, con resistencia, con disciplina social, con espíritu de equipo y con moral de victoria», insistió, haciendo uso de su lema habitual en las intervenciones sobre el Covid.

El socialista señaló que la situación no era comparable a la vivida el 14 de marzo, cuando se decretó el confinamiento domiciliario de toda la población, y esgrimió, con optimismo: «Podemos conseguir detener la transmisión del virus sin detener la vida».

A principios de diciembre, el propio director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES), Fernando Simón, admitió que el objetivo que se había marcado Sánchez para frenar la incidencia del coronavirus era «realmente difícil antes de Navidad».

Simón señaló entonces que la evolución de la pandemia era «descendente» aunque admitió que la IA seguía siendo «mucho más alta» de la deseada.

Dos millones de contagios

España superó esta semana los dos millones de contagios. Un dato que, no obstante, no refleja la situación real, ya que, especialmente durante la primera ola, numerosos infectados no fueron diagnosticados. El recuento de Sanidad únicamente recoge, cabe recordar, los contagios confirmados mediante una prueba, lo que excluye al mismo tiempo a miles de fallecidos.

El Gobierno avisó este viernes de que la situación es preocupante. «De acuerdo con el marco de actuaciones coordinadas, nos sitúan en un riesgo muy alto al superar los 250 casos por 100.000 habitantes en muchas comunidades, especialmente en algunas con incidencias por encima de los 400 o 500 casos», manifestó la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.

«Los casos van a seguir creciendo. Vamos a tener unas semanas duras por delante de incrementos”, señaló por su parte el titular de Sanidad, Salvador Illa.

Cabe recordar que, hace apenas unos días, desde el Gobierno se apreciaba una «estabilización» en los contagios.

En concreto, el pasado 28 de diciembre, el jefe de las alertas Simón consideraba que los datos -con una incidencia acumulada era de 246,19 casos por cada 100.000 habitantes-  alentaban «la esperanza de una estabilización de la pandemia».

El portavoz pedía cautela para interpretar esas cifras, dada la acumulación de días festivos, pero se mostraba levemente optimista. «El incremento se ha moderado en los últimos días», señalaba en su habitual rueda de prensa de seguimiento de la situación epidemiológica.

Desde ese día, la incidencia no ha dejado de crecer. Si el 28 de diciembre era de 246,19, un día después subía ya a 255,55. El 30 era de 265,45; el 31, de 279,51…

A la sombría perspectiva de la pandemia se suman las críticas por el lento avance de la vacunación y por la inacción del Gobierno.

Pese a ello, el Ejecutivo rechaza asumir el control y defiende que el proceso evoluciona según lo previsto, manteniendo el objetivo de llegar a 33 millones de personas vacunadas en verano, el 70% de la población.

El Ministerio de Sanidad descarta además incorporar al proceso de vacunación a la Sanidad privada -pese a que ello permitiría agilizar la inmunización- o el Ejército. La ministra de Defensa Margarita Robles ofrecía esta semana la absoluta disposición de los militares para colaborar con la estrategia.

El Gobierno no tiene previsto levantar el estado de alarma hasta mayo. El decreto le permite, además, realizar las modificaciones que considere oportunas. Como publicó OKDIARIO, la intención de Sánchez es endurecer las restricciones, aunque no tomará nuevas decisiones hasta que el ministro Salvador Illa, también candidato por el PSC a la presidencia de la Generalitat, deje su cargo.