El Rey pide «no escatimar esfuerzos» contra el terrorismo: «el enemigo de la humanidad»
Felipe VI presidió la tradicional ceremonia de la Pascua Militar en el Palacio Real, en la que participó por primera vez como ministra de Defensa María Dolores de Cospedal.
El acto de la Pascua Militar ha comenzado, a las 12.10 horas, con la revista a una formación de la Guardia Real a cargo de Felipe VI en el Patio de la Armería del Palacio Real.
Con uniforme de gala de capitán general del Ejército de Tierra, don Felipe ha llegado a la plaza exterior del palacio acompañado de la reina Letizia, donde han escuchado el himno nacional y la salva de 21 cañonazos que se lanza en los actos castrenses que preside el Rey.
Esperaban al monarca el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que se estrena en la Pascua Militar; así como el titular de Interior, Juan Ignacio Zoido.
El Rey ha pedido hoy «no escatimar esfuerzos» para aumentar la capacidad de prevención y respuesta ante el terrorismo al alertar de que esta «lacra» es un «enemigo de la humanidad», pone en riesgo a los ciudadanos y «desprecia los valores democráticos».
En su discurso en la ceremonia de la Pascua Militar en el Palacio Real, Felipe VI ha defendido que las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales se doten de mejores medios para frenar la que ha considerado «la mayor amenaza a la seguridad global en la actualidad».
Acompañado de la reina Letizia, don Felipe se ha dirigido al estamento militar en un acto en el que María Dolores de Cospedal se ha estrenado como ministra de Defensa y al que también han asistido el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el titular de Interior, Juan Ignacio Zoido, además de las principales autoridades castrenses.
«No debemos escatimar esfuerzos por aumentar nuestra capacidad de prevención y de respuesta ante esta lacra que pone en peligro nuestra sociedad, desprecia nuestros valores democráticos y es un enemigo de la Humanidad», ha proclamado el Rey, quien en su mensaje de Nochebuena no hizo mención a la amenaza terrorista.
Felipe VI ha subrayado que la labor del Ejército, de los cuerpos de seguridad y de los servicios de inteligencia «está dando buenos frutos» y les ha animado a perseverar en «lo que se está haciendo bien».
También ha pedido «aprovechar el conocimiento y la experiencia» que atesoran y que «tan buenos resultados ha dado en la lucha contra el terrorismo» para «estar lo mejor preparados posibles para combatirlo con la máxima eficacia y total determinación».
En una semana marcada por el dictamen del Consejo de Estado en el que atribuye a Defensa responsabilidad por el accidente del Yak-42 en 2003 en el que murieron 62 soldados cuando Federico Trillo era el ministro, Don Felipe ha recordado a quienes murieron «tanto en operaciones fuera de nuestras fronteras», como en el cumplimiento de su quehacer diario.
Condecoraciones e intervenciones
También han formado parte del comité de bienvenida el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Fernando García Sánchez, y el jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey, vicealmirante Juan Ruiz Casas.
Mientras Felipe VI ha pasado revista a la tropa, el resto de autoridades ha accedido al interior del palacio. Los ciudadanos han podido presenciar la parada desde el Patio de la Armería y desde la escalinata de la catedral de la Almudena, situada frente al Palacio Real.
La ceremonia va a proseguir en la saleta Gasparini, donde los Reyes van a saludar a los altos cargos institucionales y los responsables del Estado Mayor de la Defensa y de los tres Ejércitos.
Entre los invitados, también hay miembros de las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, de la Guardia Civil y de la Hermandad de Veteranos.
A continuación, Felipe VI va a condecorar en el Salón del Trono a un grupo de militares antes de su discurso y del de la ministra de Defensa.
El pasado año, la novedad, que no se repite en esta ocasión, fue que don Felipe recibió, de manos del Jemad, una bengala de capitán general, un distintivo utilizado por los reyes desde el siglo XVIII a modo de bastón de mando de los Ejércitos.
La tradición de la celebración de la Pascua Militar arranca cuando Carlos III felicitó a las tropas españolas que recuperaron la localidad menorquina de Mahón, que estaba en poder de los ingleses, el 6 de enero de 1782.
Como prueba de aprecio a sus Ejércitos, Carlos III ordenó a virreyes, capitanes generales y demás jefes que en el día de la Epifanía reuniesen a las guarniciones para felicitarlas en su nombre.