España

Rajoy se plantea ahora aceptar los debates a cuatro

Mariano Rajoy está planteándose la posibilidad de cambiar de táctica y sí asistir a los debates electorales televisados con Ciudadanos, Podemos y PSOE, según ha sabido OKDIARIO desde Moncloa. El entorno del presidente entiende que la campaña electoral debe ser cercana y transmitir a los españoles seguridad y proximidad.

En Moncloa no hay duda de que la presencia del presidente en funciones en los debates marcaría una diferencia entre la experiencia en la gestión y la inexperiencia de los jóvenes.

La campaña electoral del 20 de diciembre ofreció debates a cuatro –al que acudió la vicepresidenta en representación del PP–, a tres –sin representante popular–y a dos –entre Rajoy y Sánchez por un lado y entre Iglesias y Rivera por otro–. La televisión se convirtió en una plataforma clave en la que los líderes aprovecharon los programas familiares para mostrar su lado más amable, de la mano de María Teresa Campos o Pablo Motos, y los debates políticos para dejar ver su parte más macarra frente a sus contrincantes.

En esta ocasión, todos los partidos cambian los mítines por las televisiones como medida de austeridad. Rivera ha propuesto medidas como aglutinar el mailing de todos los partidos en una sola carta para ahorrar presupuesto, aunque se topó con la oposición del PP a la medida.

Así, la solución para ahorrar en gasto es fácil; la que evite el hartazgo de los votantes a tanta exposición y mensaje de los líderes políticos, no tanto. Pero primando la reducción del gasto, durante los próximos 50 días los protagonistas de las pantallas en las casas de todos los españoles serán Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

En los días previos al 20D parecía un milagro ver a Mariano Rajoy cocinando con Bertín Osborne, pero mucha más curiosidad hubiera despertado –por lo inhabitual– su aparición en algún debate con Ciudadanos o Podemos.

Pero esta vez no queda otra, y Moncloa cuenta con ello. El presidente en funciones y candidato a la reelección deberá bajar a la arena televisiva a batirse directamente con sus adversarios. De modo que vamos a ser testigos de la campaña más televisiva de la historia, incluso más que la anterior.

La ley electoral y los usos y constumbres tan rígidos de nuestra democracia protegieron a Rajoy en la anterior campaña. Nada le obligaba a confrontar sus propuestas con dos partidos que no tenían representación parlamentaria, como Ciudadanos y Podemos. Así que el candidato del PP se escondió detrás de Soraya Sáenz de Santamaría para ganar el debate a cuatro desde su sofá en Doñana. Sí cumplió Rajoy con su ‘deber’ de sentarse frente al líder socialista, con el que intercambió insultos, de “ruin” a “indecente”, de «miserable» a «mentiroso».

Y es que el Boletín Oficial del Estado es claro. En la Instrucción 4/2011, de 24 de marzo, de la Junta Electoral Central, de interpretación del artículo 66 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, el texto dice: «En la organización de esos debates o entrevistas deberán tener particularmente en cuenta los resultados obtenidos por cada formación política en las últimas elecciones equivalentes». En esa literalidad se amparó Rajoy para no acudir al debate a cuatro.

Pero ahora todo ha cambiado, y el líder popular deberá enfrentarse ante las cámaras con Iglesias y a Rivera, en el caso de organizarse los debates a cuatro en la que se presenta como la campaña más austera y televisiva.

Y es que en eso están todos de acuerdo, todas las formaciones han mostrado su interés por recortar los gastos de campaña. Cristóbal Montoro pidió que los partidos utilizaran las redes sociales para lanzar sus mensajes, que es gratis y tiene mucho alcance, aunque nada como plantarse frente a una cámara para lanzar mensajes de cambio o estabilidad.

La vicepresidenta y Jesús Calleja en un momento del programa. (Foto: Cuatro)

Presentadoras como María Teresa Campos van a tener la agenda llena durante estos casi dos meses de bombardeo televisivo para que los mensajes políticos lleguen al electorado más maduro; conductores de talk shows como el de Pablo Motos ya pueden ir preparando una buena coreografía para que el presidente en funciones se pueda lucir, y aventureros como Jesús Calleja tendrán ahora más fácil convencer a Rajoy para subirle a un helicóptero.