El posible pacto con el PSC y la investidura de Iceta agrava la crisis Iglesias-Colau

• Luz Sela
• Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.
• • 15/12/2017 01:31
  • Actualizado: 18/12/2017 12:52

La estrategia de Catalunya En Comú-Podem tras las elecciones del 21 de diciembre está trazada: intentar el acuerdo con el PSC. Pero una cosa es el planteamiento y otra, su ejecución. La posibilidad de investir a Miquel Iceta genera un árido desacuerdo entre el partido en Cataluña y la dirección estatal de Podemos y es una nueva munición para la batalla de liderazgo entre Ada Colau y Pablo Iglesias.

Mientras Iglesias apuesta claramente porque el president sea Xavier Domènech, la alcaldesa de Barcelona no descarta ya apoyar al socialista. La posibilidad se considera, desde Madrid, como una operación arriesgadísima con vistas a unas futuras generales, al mermar la visibilidad del partido en Cataluña.

El PSOE: «Iglesias ya cometió el error de no apoyarnos»

Pese al fuerte retroceso electoral, la fuerza de los ‘comunes’ puede resultar, según los sondeos, determinante para la gobernabilidad. El PSOE también lo acepta así y, en fuentes de la Ejecutiva socialista, se apela a la «responsabilidad» de Iglesias para superar su veto a Ciudadanos y consolidar un acuerdo tras el 21-D.

En las mismas fuentes se recuerda que «Iglesias ya cometió ese error» -en referencia a la negativa a investir a Pedro Sánchez para no ligarse a Albert Rivera- y no se comprende que ahora persevere. «Cuando un político se equivoca la primera vez, puede ser comprensible, pero una segunda vez implica una intencionalidad», dicen estas fuentes, que avisan de las consecuencias de una «actitud intransigente» por parte del líder podemita. 

Los socialistas coinciden en que el gobierno que emerja de las urnas tiene que ser «necesariamente transversal» porque, según los números, «no hay otra opción» y «sin haber llegado a un acuerdo de verdad» no se superará la actual situación de inestabilidad en Cataluña. 

Iglesias no ve mal la repetición electoral

La disposición del partido de Colau es clave, por tanto, para evitar una repetición electoral, sobre la que también hay desacuerdos. Mientras el líder de Podemos no la ve con tan malos ojos, la alcaldesa prefiere intentar la formación de gobierno. Los partidarios de esta tesis aducen el riesgo de quedar de nuevo -como ya ocurrió tras la investidura fallida de Sánchez-como responsables del bloqueo político, en una situación si cabe aún más complicada.

Pero la opción se sostiene también en que un rechazo a esa investidura abriría las puertas a un gobierno independentista y con ello, al riesgo de que el partido, en Cataluña, se vea como cómplice del rupturismo. Una opción que genera cada vez más recelos en el sector de Colau.

El pacto entre ‘comunes’ y PSC precisaría, en cualquier caso, de la necesaria colaboración de Ciudadanos. Inés Arrimadas ya ha avanzado que apoyará a Iceta si es la fuerza constitucionalista más votada, y, en ese caso, pedirá a los ‘comunes’ su abstención.

«La salida Domènech»

Ambos han recrudecido su rechazo durante la campaña. Este jueves, Domènech advirtió a la candidata ‘naranja’ de que no le dará su abstención  porque no comparte la misma idea de lo que son políticas sociales: «CatECP es la única alternativa al Govern de JxSí y a Carles Puigdemont», avisó en un acto en la plaza Universidad de Barcelona, donde, curiosamente, coincidió con Arrimadas, en la carpa de Ciudadanos.

Entre tanto, Iglesias insiste en «la salida Domènech» como la única fórmula para evitar un bloqueo postelectoral en Cataluña.  El líder de Podemos aprovechó su presencia, este lunes, en Tarragona para instar a ERC y PSC a ponerse de acuerdo a partir del 22 de diciembre. Iglesias rechazó abiertamente un entendimiento con Ciudadanos y se preguntó si «no tendría más sentido buscar una alternativa entre progresistas», mientras presentaba a Domènech como el único candidato «de la reconciliación».