Viaje de Pedro Sánchez a EEUU

Sánchez se esconde tras una norma franquista para no informar del séquito que le acompañó a EEUU

Pedro Sánchez Afganistán
Pedro Sánchez en su visita a EEUU.

La Secretaría General de la Presidencia del Gobierno ha respondido a una petición del Consejo de la Transparencia como lo hubiera hecho la Secretaría General del Movimiento del régimen de Francisco Franco. El Ejecutivo ha negado de forma absoluta todos los detalles sobre la delegación que acompañó al presidente Pedro Sánchez en su viaje este verano a Estados Unidos a un abogado que pidió esos datos por el Portal de Transparencia.

El Gobierno de España se ampara así en la ley franquista de secretos oficiales aprobada en 1968 para no desvelar esa información sobre uno de los últimos viajes de Pedro Sánchez a Nueva York. En una resolución fechada a 19 de octubre y firmada por la directora del Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica de la Presidencia del Gobierno, el Ejecutivo califica dicha información como “información clasificada cuyo conocimiento por personas no autorizadas puede dañar o poner en riesgo la seguridad y defensa del Estado”.

De esta manera, Moncloa considera peligroso para los españoles informar sobre qué empresarios y asesores acompañaron a Sánchez. También recurren al secreto oficial para ocultar la agenda de reuniones con fondos de inversión y otros interlocutores, los asuntos tratados en las distintas reuniones y los compromisos o acuerdos que firmados con corporaciones y empresas privadas estadounidenses.

El abogado que pidió la información, Guillermo Rocafort, experto en materia de Transparencia, apunta que «llama poderosamente la atención cómo el Gobierno de Sánchez, que tiene proscrito hasta el extremo al Gobierno de Francisco Franco, haga uso descaradamente de una ley del franquismo para ocultar toda información en relación a su viaje». Considera que es «una prueba más de la incongruencia del actual Gobierno socialcomunista».

Gastos

Por otra parte, en cuanto a “los gastos de desplazamiento, alojamiento, manutención y otros de dicho viaje”, el equipo de Pedro Sánchez alega para negar dicha información, además, que es imposible desglosar los gastos del viaje. Requeriría “reeleboración”, uno de los supuestos de la Ley de Transparencia para negar los datos. Argumentan que cada gasto concreto se imputa a una cuenta contable específica y no saben el coste total.

En lugar de aportar, como se pedía, los gastos y sus facturas de hospedaje, desplazamiento y manutención, así como los trayectos de ida y vuelta, se opta por la opacidad. «No se entiende en qué medida puede afectar a la seguridad y la defensa del Estado Español el conocer los costes, facturas y albaranes, con sus correspondientes importes emitidos por los hoteles, las empresas de transporte, los restaurantes, etc. junto a los propios recursos humanos y materiales del propio Estado implicados en dicho viaje en forma de dietas», lamenta Rocafort.

Pedro Sánchez EEUU
Pedro Sánchez, en su visita a EEUU.

«Es evidente que el conocer estos datos y documentos económicos, pagados por el erario público español, no ponen en riesgo la seguridad y defensa de España. No se ha dado un solo dato. La falta de compromiso con la transparencia es total», asegura Rocafort.

En prensa extranjera

Mientras tanto, cabe destacar que en prensa extranjera sí aparece parte de la información solicita y negada por el Gobierno en España. El propio Pedro Sánchez y su entorno han dado detalles sobre el séquito y las reuniones concertadas en sucesivas entrevistas que, según ellos mismos, vulneran la Ley de Secretos del Estado.

Sobre la composición de la delegación, fuentes cercanas a Pedro Sánchez trasladaron a agencias de noticias internacionales que Sánchez fue acompañado por “la ministra de Industria, Comercio y Turismo [Reyes Maroto] y los representantes de cinco empresas nacionales”.

Del mismo modo, en esos medios se trasladó quiénes eran algunos de los interlocutores de Sánchez en sus reuniones: el empresario y político Michael Bloomberg; el director general de la empresa de gestión de inversiones BlackRock, Larry Fink; así como representantes de JP Morgan, Goldman Sachs y la Fundación Soros. También se habló de reuniones con funcionarios de la administración Biden, miembros del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, de Universal Studios, de Netflix y de la Universidad de California. El último día, ya en Silicon Valley, saludó al CEO de Apple, Tim Cook, así como a ejecutivos de HP, Intel, PayPal y Qualcomm. Sin embargo, en España se niega la lista de reuniones.

Sobre acuerdos tratados, la prensa internacional recoge que «el primer ministro de España, Pedro Sánchez, quiere cortejar a los inversores
estadounidenses. Quiere recaudar 500.000 millones de dólares en inversiones privadas, que se utilizarían para transformar y modernizar la infraestructura tecnológica de España (edificios, agricultura, 5G, etc.)», recogió Reuters. De esta forma, el presidente quiere redoblar la llegada de los fondos europeos. Pretende que empresas estadounidenses también entren con fuerza en España para llevar a cabo la agenda de proyectos trazada por La Moncloa.

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