España

Sánchez y ERC negocian indultar a los golpistas este mes para facilitar la formación del Govern

ERC quiere llegar ya a la Generalitat catalana. Rechaza repetir las elecciones y necesita gestos. Gestos que suavicen la relación con Junts. La factura se la acaba de pasar a Pedro Sánchez con la exigencia, nuevamente, del indulto a los golpistas del 1-O. Sánchez sabe que la opinión pública le volverá a pasar factura por ello, pero también valora que necesita, más que nunca, del entendimiento con los separatistas, especialmente ante el evidente debilitamiento de su partido tras el desastre cosechado el 4M. La negociación está abierta y el indulto vuelve a la palestra.

La Generalitat sigue pendiente de un desbloqueo. Ni el ganador de esos comicios, Salvador Illa, tiene posibilidades de gobernar sin cruzar las ‘líneas rojas’ marcadas por el propio PSOE, ni ERC consigue terminar de convencer a Junts para que les dé la llave del Govern.

ERC ha buscado argumentos para convencer a Junts o a la CUP y levantar el freno de mano. Uno de esos argumentos ha sido ya planteado como engrasador de la situación: el indulto a los golpistas condenados por el 1-O.

“Una prueba de buena voluntad”, tal y como lo define una fuente conocedora de la negociación. Un “gesto” que debería realizar Sánchez como prueba de entendimiento con ERC y con Junts. Y un “gesto” que permitiría a los de Pere Aragonès y Oriol Junqueras exigir ante la opinión pública el apoyo de Junts.

El beneficio para Sánchez también sería obvio: garantizarse la fidelidad -al menos temporal- de ERC en un momento en el que el PSOE no anda sobrado de aliados. Especialmente tras ver cómo se derrite Podemos, su gran apoyo en toda España. La propuesta está en la mesa. Pero con el enorme coste de aplicar un indulto a los golpistas que han desafiado la Constitución Española.

Compromiso de Sánchez

El 14 de octubre de 2019, el presidente se comprometió en público a que los golpistas condenados por el Tribunal Supremo cumplirían íntegras sus condenas. Un año después, Sánchez se encargaba de dejar la puerta abierta a los indultos.

El primer mensaje fue lanzado en las semanas previas a las elecciones generales del 10-N y en una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa. Sánchez proclamó entonces: «El acatamiento de la sentencia significa su cumplimiento, reitero, su íntegro cumplimiento». Y añadió: «Nadie está por encima de la ley y todos estamos obligados a su cumplimiento». No había opción para los indultos.

Su discurso parecía nítido. «En una democracia -explicó- nadie es juzgado por sus ideas o por un proyecto político sino por delitos recogidos en el ordenamiento jurídico». Con claridad meridiana, el líder del PSOE fue más allá a la hora de juzgar qué pasó en Cataluña en el otoño de 2017: «Se ignoraron los derechos de la mayoría social no independentista de Cataluña y se ha originado con ello una fractura de la convivencia dentro de la sociedad catalana».

En diciembre de 2020 la cosa cambiaba. Sánchez no dejaba ni una sola frase que hiciera pensar que lo que defendió en campaña electoral con tanta determinación vaya a seguir siendo así un año después. Al contrario, el presidente proclamaba que el suyo es «un Gobierno que apuesta por el reencuentro, por la reconciliación y por la convivencia para superar episodios aciagos que nos sonrojan al conjunto del país». Por lo visto, el acatamiento de la sentencia ya no implicaba «su cumplimiento, reitero, su íntegro cumplimiento», según sus propias palabras el 14 de octubre de 2019.

Las palabras de Sánchez llegaron después de que la vicepresidenta Carmen Calvo recordara que los indultos son posibles en contra del criterio de la Fiscalía y, por tanto, competencia exclusiva del Gobierno. Preguntado por estas palabras, Sánchez respondió que se pronunciará cuando el expediente llegue a la mesa del Consejo de Ministros. «Ahí será cuando yo me pronuncie y plantee cuál es la posición que tengo como presidente y del conjunto del Gobierno», afirmó Sánchez.

Ahora, las necesidades de pactos y de aliados parecen escribir una nueva página en el tránsito de esa medida. Del indulto, Pedro Sánchez tiene la última palabra.