España

Sánchez en 2018: «Que un rapero entre en prisión es muy mal síntoma del estado de nuestra democracia»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

En mayo de 2018, un mes antes de llegar a La Moncloa por la vía de la moción de censura, Pedro Sánchez opinaba lo siguiente: «El mal gusto no puede estar castigado con la cárcel. La libertad en la expresión artística es un derecho que también nos ampara colectivamente. Que un rapero entre en prisión es muy mal síntoma sobre el estado de nuestra democracia».

El caso es similar al de Pablo Hasél, condenado a nueve meses de cárcel también por enaltecimiento de ETA e injurias a la Corona. Y recuerda a las declaraciones del propio Pablo Iglesias, quien insiste en cuestionar la calidad democrática en España.

Avala a Iglesias

El presidente socialista trata ahora de mantener las distancias con su socio de Gobierno, aunque sin reprochar expresamente la postura de Podemos sobre la violencia en las calles en apoyo a Hasél.

Este viernes, y tras permanecer durante tres días en silencio -mientras se registraban violentos altercados en distintos puntos de España- Sánchez expresó que «en una democracia plena como es España la violencia es inadmisible». No hubo referencia alguna en sus  palabras, sin embargo, a Pablo Iglesias ni a dirigentes de Podemos, como Pablo Echenique, quien, a través de su perfil de Twitter, ha apoyado a los radicales violentos.

Sánchez insistió en que «la democracia española tiene una tarea pendiente de mejorar, que es la libertad de expresión» y añadió que el Gobierno mejorará su «protección».

En los últimos días, el socialista sí insiste en desmarcarse públicamente de las palabras de Iglesias, cuando afirmó que en España «no hay una situación de plena normalidad política y democrática».

La oposición ha exigido al socialista que cese a su vicepresidente, algo sobre lo que Pedro Sánchez evita pronunciarse. «España es una democracia plena, que figura entre las 23 democracias plenas del mundo según un estudio que evaluó a 177 países», señaló en una de sus respuestas parlamentarias. Iglesias se ha reiterado en sus afirmaciones, pese a las críticas.

En 2018, Sánchez salía en defensa de Valtònyc, condenado por letras en las que se apoyaba a ETA y se atacaba a la Corona, como: «Quiero transmitir a los españoles un mensaje de esperanza, ETA es una gran nación»; «Que no se alarme nadie la justicia es simple, pero está de vacaciones con Publio Cordon en el Caribe»; «A ver si te enteras, como el caso Bárcenas, pierdo los papeles y en cuarteles grito GORA ETA» o «De Cospedal no reiría tanto en un zulo a cuarenta grados».

Las letras de Hasél

Pablo Hasél, por su parte, fue detenido el pasado martes en la Universidad de Lérida tras ser condenado a nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación y casi 30.000 euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona por varias canciones y mensajes de Twitter. Además, la Audiencia de Lérida ha confirmado esta semana otra condena de dos años y medio por amenazas a un testigo de un juicio contra unos guardias urbanos.

Algunas letras de Hasél son las siguientes: «¡Merece que explote el coche de Patxi López!», «No me da pena tu tiro en la nuca, pepero. Me da pena el que muere en una patera. No me da pena tu tiro en la nuca, socialisto», «Que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono», «Pena de muerte ya a las Infantas patéticas, por gastarse nuestra pasta en operaciones de estética», «Prefiero grapos que guapos. Mi hermano entra en la sede del PP gritando ¡Gora ETA! A mí no me venden el cuento de quiénes son los malos, sólo pienso en matarlos».