La edil de Colau que pidió «evitar» la reactivación de la industria del automóvil

Janet Sanz
Janet Sanz y Ada Colau.
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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Janet Sanz es la segunda teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona donde Gobierna Ada Colau. Es, además, la concejal de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del consistorio. La edil dijo a finales de abril que había que aprovechar la crisis del coronavirus para «evitar» que el sector del Automóvil en España «se reactive». Este jueves Nissan ha anunciado oficialmente que cerrará su fábrica de Barcelona, mandando al paro a 3.000 trabajadores y poniendo en serio riesgo otros 25.000 puestos de trabajo.

Desde su llegada al Consistorio barcelonés Ada Colau ha abierto diferentes frentes en el ámbito económico: el turismo y el automóvil, principalmente. La edil de Movilidad, Janet Sanz, se ha opuesto frontalmente a la industria del automóvil, una de las más potentes en toda Cataluña al punto de decir que había que evitar su recuperación tras la pandemia. El caso de Nissan es paradigmático porque es la primera fábrica que cierra por la crisis generada por la pandemia.

El sector turístico, otro de los motores económicos catalanes, también ha recibido ataques por parte del consistorio de Colau. Otra edil de Barcelona llegó a comparar a los turistas con una «plaga de langostas». Las acciones del Ayuntamiento de Barcelona para poner trabajas al turismo han sido numerosas, mientras se preocupaba de proteger a los manteros.

El cierre de la fábrica de Nissan es un aviso a navegantes. Cataluña cuenta con una importante industria automovilística que da miles de puestos directos e indirectos y puede verse gravemente afectada, como quería la edil de Ada Colau.

Quejas de los empresarios

El presidente de Empresarios de Cataluña, Carlos Rivadulla, criticó la ineficacia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para poner fin a los problemas con el turismo.

«En Barcelona concurren lamentablemente dos factores muy negativos. Por un lado está el gobierno municipal liderado por Ada Colau, el cual es incapaz de resolver la falta de seguridad que existe en la ciudad. Esta cuestión está afectando actualmente al sector de la restauración y al de la hostelería, y ya se han hecho eco de ello importantes medios de comunicación de todo el mundo. A largo plazo esta situación terminará afectando gravemente al turismo de calidad de Barcelona».

Y es que a pesar de que Colau siga manteniendo que Barcelona «no vive una crisis de seguridad», los datos muestran lo contrario. El número de hurtos ha aumentado un 30% en la capital catalana, algo que la alcaldesa atribuye a «los cambios judiciales que han dejado de castigar la residencia». En 2018, el gasto medio por turista en transporte ya descendió un 5% en Barcelona, un 44% el gasto en alojamiento y un 16% el gasto por la estancia.

Tasa turística

El Ayuntamiento de la Ciudad Condal impuso a primeros de este año un recargo de hasta 4 euros en el Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (tasa turística), que ha suspendido por la crisis del coronavirus.

El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, celebró el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Generalitat como el «gran acuerdo puntual» que el Consistorio podía establecer un tramo de la tasa turística y recaudarlo.

Collboni se mostró convencido de que así obtendría los recursos económicos suficientes para cambiar el modelo turístico y hacerlo más sostenible y de más calidad, ya que con el recargo podría recaudar hasta 20 millones de euros más.

La Generalitat se comprometió a «habilitar» al Ayuntamiento de Barcelona a recaudar el recargo de este impuesto y se consensuó establecer  un grupo de trabajo.

En cualquier caso, tanto la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, como Collboni reconocieron que para que Barcelona pueda hacer el recargo de la tasa turística es necesaria la aprobación de los Presupuestos catalanes.

Plaga de langostas

Otro desprecio de la alcaldesa Ada Colau hacia el turismo de Barcelona. Su concejala en el distrito barcelonés de Ciutat Vella, Gala Pin, comparó a los turistas que llegan en crucero a la Ciudad Condal con «una plaga de langostas». «Devoran el espacio público y se van», dijo Pin.

Así se mostro la concejala de Colau en una entrevista concedida al diario Ara, uno de los medios subvencionados por la Generalitat de Cataluña en los últimos años. «Si me lo preguntas a mí, creo que no deberíamos tener turismo crucerista. Es un turismo de plaga de langostas: devoran el espacio público y se van», destacó.

«Con el Puerto hemos mejorado las relaciones. Pero me sigue pareciendo un desbarajuste que la parte de puerto ciudad pertenezca al Puerto. Hemos priorizado aspectos como el Moll de la Fusta y la parte de los cruceros, en el que creo que tenemos que hacer mucho más, y que en realidad no se trata tanto de redistribuirlos como de conseguir que no haya«, sentenció Gala Pin.

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