El golpe deja muy tocado a Ciudadanos, partido que está también en la cuerda floja en la Comunidad de Madrid donde Isabel Díaz Ayuso aspira a gobernar tras las elecciones del próximo 4 de mayo sin depender de quienes hasta ahora eran sus socios de gobierno. Hay que recordar que la presidenta madrileña cesó a los seis consejeros del partido naranja. La formación ya estaba muy debilitada tras el reciente varapalo en Cataluña, donde perdió 30 escaños.

Unión del centroderecha

El terremoto político de los últimos días tiene una consecuencia estratégica para los ‘populares’ en su intento de unión del centroderecha. El PP quiere consolidar su papel en este espectro ideológico absorbiendo el espacio electoral que hasta ahora le disputaba también Ciudadanos.

El miércoles, día en que se conoció la moción de censura, el propio García Egea hizo un llamamiento expreso a «militantes y dirigentes defraudados con Inés Arrimadas» para que se uniesen al PP. «Les abrimos las puertas», enfatizó el número dos de Pablo Casado, en una comparecencia en Génova.

El secretario general del PP señaló que «la casa común del centroderecha es hoy el PP» y avisó de que sólo así se puede lograr una alternativa al gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Las críticas fueron directas a la líder de Ciudadanos. «A todos, a los que se han quedado huérfanos en sus valores liberales, a los defraudados con Arrimadas y su cúpula que unen hoy su destino político a Sánchez e Iglesias. A todos ellos les abrimos nuestras puertas para seguir trabajando por una España unida y para construir un proyecto próspero y en libertad», señaló Egea, que opinó que Ciudadanos había «decidido volar por los aires los gobiernos de la libertad” para “unirse a un frente de izquierdas recientemente alumbrado».