España
Escándalo en Podemos

Montero retiró el saludo y despreció a la escolta cuando le pidió regularizar su situación laboral

La trabajadora reclama a su ex jefa en el juzgado más de 30.000 euros en horas extraordinarias no abonadas.

Una escolta denuncia que Irene Montero le obligaba a hacer de recadera, mecánica y chófer de la familia

Irene Montero se mostró “fría” con la escolta que trabajó casi dos años para ella cuando le pidió regularizar su situación laboral. La trabajadora contratada por Podemos que ha demandado a la formación tras ser despedida por negarse a cumplir las “órdenes y directrices” de Montero sufrió, además, su indiferencia.

Desde el momento en que la empleada inició “las gestiones y quejas” para defender “su dignidad como trabajadora cualificada”, Montero “ni la mira, ni la saluda, haciendo ostentación de dicho trato y generando un entorno hostil y frío alrededor de la trabajadora” que fue imitado “por muchos miembros del equipo más cercano”.

Por ello, la escolta afirma que la “causa real” de su despido “obedece a su intento de solventar una situación injusta y vulneradora” de sus derechos laborales de la que fue víctima durante el tiempo en que prestó servicio para Montero quien, primero, la apartó de puesto y más tarde la ninguneó por exigir que se regularizase su situación laboral.

Así, el “cambio de asignación” profesional decidido por Montero para ella “tiene como móvil causas que no pueden encontrar refrendo judicial alguno” y así lo refleja en su demanda por despido nulo e improcedente contra Podemos.

En el escrito presentado ante el Juzgado de lo Social número 3 de Madrid, procedimiento número 917/2019, al que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO, la escolta sostiene que los motivos por los que es apartada de sus funciones con Pablo Iglesias e Irene Montero -y reubicada al servicio de Gloria Elizo, representante de Podemos en la Mesa del Parlamento- «responden a una decisión arbitraria e injustificada” de Montero.

Despido arbitrario

En su demanda la trabajadora insiste en que las causas alegadas por Podemos para despedirla no tienen una base objetiva. Responden a “otras motivaciones” directamente derivadas de su “negativa a llevar a cabo las órdenes” de Montero al entender que no formaban parte de su puesto profesional ni respetaban “los derechos y límites de una relación laboral”.“Las directrices” y “el trato dispensado” por la líder de Podemos a su ex escolta “excedían” con creces de las “funciones normales asignadas” por contrato a la misma y nada tenían que ver con las propias de su puesto en “el equipo de logística”, sino más bien con las de una “suerte de asistente personal”.

Sin representante legal

Podemos entregó a la escolta su notificación de despido, el pasado 28 de junio -un día después de que Irene Montero grabase un vídeo dando lecciones sobre derechos sociales- sin que estuviese presente “ningún representante legal” de los trabajadores, aunque en la propia carta se explicaba que se les daría traslado de una copia del mismo “para su conocimiento”.

Tampoco detalla la formación morada por qué el puesto de la trabajadora es el “elegido” para ser amortizado, teniendo en cuenta, como ella misma refleja en su demanda, que “se mantienen las causas” por las que fue contratada inicialmente.