Congreso de los Diputados

El ministro de Justicia admite a ERC que el «debate constituyente» está abierto y le anima a participar

Sánchez ha dado orden a sus ministros de recomponer relaciones con ERC para salvar la legislatura

Sánchez negociará con ERC el referéndum y la amnistía a cambio del apoyo a su investidura

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El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha reconocido este miércoles durante la sesión de control al Gobierno que «el debate constituyente» ya está abierto en España. Lo ha hecho en una respuesta a la diputada de ERC María Dantas, a cuenta de si el Gobierno iba a prohibir el movimiento antifascista, aprovechando dice Campo la crisis del coronavirus.

Campo ha recordado que «hace doce años vivimos una crisis de pirámide social, donde las partes más frágiles fueron las que más la sufrieron» añadiendo que «cuando estábamos recomponiéndonos nos entra una nueva crisis donde nuestro modelo social se rompe con una crisis sanitaria». Según el ministro de Justicia, «los brotes económicos» de la situación actual «determinan una crisis constituyente».

Dirigiéndose a la diputada separatista, que le había interpelado sobre si «piensa el Gobierno español considerar como terrorista al movimiento antifascista», el titular de Justicia le ha pedido a ERC que «tenemos que, entre todos, abordar la salida de la misma». Una petición de un miembro del Gobierno dirigida hacía sus socios pese que, desde Cataluña, el separatismo quiere aprovechar la situación provocada por el coronavirus para hacer efectivos sus planes de ruptura.

En esa misma intervención, antes de que le interpelase de nuevo María Dantas, Juan Carlos Campo ha reconocido que la situación «no es fácil». Esas dificultades, según el ministro, radican en que «junto a la crisis constituyente tenemos también un debate constituyente» y reclama que «tenemos que hacer todos que eso sea así». Según el ministro, «a la libertad ideológica y de expresión os tenemos que atar cómo mástiles en medio de una tormenta».

Para Juan Carlos Campo, tras hacer una crítica a las protestas de los últimos días contra la gestión del Gobierno durante la pandemia, el debate constituyente que defiende que se debe abordar en España, por parte de todos los grupos parlamentarios, debería responder a dejar «una mejor sociedad de la que hemos encontrado».

La postura del PSC

Campo, pareja sentimental de la presidenta del Congreso y una de las máximas dirigentes el PSC, Meritxell Batet, ha avalado así el discurso de los socialistas catalanes, partidarios del falsamente dnominado «derecho a decidir». Desde 2012, la sucursal de Sánchez liderada por Miquel Iceta defiende la celebración de un referéndum separatista dentro de los cauces de la legalidad.

Cuatro años más tarde, en 2016, el PSC fue el único grupo de la oposición en Cataluña que permaneció en sus escaños durante el debate parlamentario de las leyes de ruptura con España impulsado por el hoy fugado Carles Puigdemont. El grupo parlamentario de Iceta participó en el debate de lo que ahora reclama el ministro de Justicia, aunque no votaron dichas conclusiones.

El acuerdo con ERC qué Sánchez no firmó

En enero de este mismo año, a cambio del apoyo a la investidura del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el PSOE y ERC suscribieron un acuerdo en el que los socialistas pactaban sentarse por primera vez a negociar la celebración del referéndum separatista. A diferencia del resto de acuerdos con los otros grupos parlamentarios que facilitaron la elección de Sánchez, el líder del PSOE no firmó el documento ni quiso hacerse la foto protocolaria con la formación separatista.

En ese documento, que principalmente daba forma a la mesa de negociación del referéndum, que como avanzó OKDIARIO en exclusiva el Gobierno volverá a convocar en julio para contentar a sus socios independentistas, socialistas y ERC apoyaron que las medidas en que se materialicen los acuerdos adoptados en la mesa «serán sometidas en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Catalunya, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político».

Mimos a ERC

Desde hace unas semanas, en Moncloa hay orden directa del presidente del Gobierno de dar mimos a ERC. De ahí que, hace una semana, el Ejecutivo recondujera su relación con los separatistas y lograse contar de nuevo con su apoyo a la sexta y última prórroga del estado de alarma. Tal como avisó Gabriel Rufián en el pleno del pasado miércoles, sin ellos «la legislatura se acaba».

En el Partido Socialista son conscientes que con ERC de espaldas la gobernabilidad está en peligro. Los socios separatistas catalanes se hacen imprescindibles para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y para ello el PSOE deberá hacer gestos y concesiones. Modelar su discurso, como lo ha hecho hoy Juan Carlos Campo hablando de «debate constituyente», es una de las estrategias de Sánchez para volver a reconectar con los de Oriol Junqueras. Una maniobra de riesgo teniendo en cuenta que, a día de hoy, la mayoría parlamentaria reposa a hombros de ERC, PNV y Ciudadanos, muy alejados de estos discursos.

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