España

«En estas últimas semanas vivía en una prisión interior»: la carta de Marta Rovira para justificar su huida

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha huido de España en la noche que ha ido desde el debate de investidura de Jordi Turull a la mañana en la que tenía que comparecer en el Tribunal Supremo ante el juez Pablo Llarena, que la iba a procesar por rebelión. El golpe de Estado independentista no le iba a salir gratis, ha temido su ingreso en prisión y lo ha evitado fugándose, como ya hizo el ex president Carles Puigdemont y el ex conseller Toni Comín en Bélgica y la ex diputada de la CUP Anna Gabriel en Suiza (donde presumiblemente se reunirá con Rovira).

La que fuera líder de ERC después de que Oriol Junqueras fuera encarcelado ha escrito una carta de despedida, repleta de justificaciones pretendidamente dignas sobre su huida, que reproducimos aquí:

Hoy emprendo un camino duro, un camino que, desgraciadamente, tantos otros que nos preceden han tenido que coger. El camino del exilio.

No puedo ocultar la profunda tristeza que siento de alejarme de tanta gente que quiero. De tantas luchas compartidas durante tantos años con personas a las que mueve un único objetivo: cambiar la sociedad donde viven. Hacerla más justa. Personas dignas. Dejar de ver los paisajes que me rodean desde la infancia, de pasear por las ciudades donde he vivido…

Siento tristeza, pero mucho más triste habría sido vivir silenciada interiormente. Sentir mi libertad de expresión censurada por unos tribunales que intimidan y que aplican -descaradamente- criterios políticos. Cada día, cada hora sentía mi libertad limitada por amenazas judiciales arbitrarias. No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una prisión interna.

El exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recuperar mi voz política. Es la única forma que tengo de levantarme en contra del Gobierno del PP, que persigue todo el que está a favor de votar, y que castiga cualquiera que intenta cambiar lo prestablecido y lo establecido. Un Gobierno que está dispuesto a saltarse el Estado de Derecho y las libertades civiles para conseguir sus fines políticos.

Tengo una hija, Inés. Las madres saben cómo la quiero. Y cómo de fuerte es el sentimiento de darle todo lo que le pueda dar. El exilio me permitirá hacerle de madre, y se lo merece. Mucho.

Os quiero decir una última cosa. No dejéis que el rencor se apodere de vosotros. El análisis de una realidad antidemocrática y profundamente injusta no debe dar paso al resentimiento. Contra nadie. Contra nada. Sólo desde el respeto y del amor hacia todos los ciudadanos y todas las opiniones lograremos cambios radicales y profundos. Sólo desde el trabajo conjunto lograremos una República para todos.

Como dice Oriol, “en estos días que vendrán, estad fuertes y unidos. Transformad la indignación en coraje y perseverancia. La rabia, en amor. Pensad siempre en los demás. En lo que tenemos que rehacer. Persiste porque yo persistiré”. Y eso es lo que haremos, Oriol.

Os escribo, ahora sí, con sinceridad y libertad. Y es tal como lo podré hacer desde ahora como secretaria general de ERC, un partido que amo, que ha dado tanto en el país y que todavía tiene que dar mucho más.

Viva la libertad, la justicia, la igualdad y la fraternidad. ¡Viva una República catalana para todos!

Marta Rovira