España

En Marea se revuelve contra la «imposición de Podemos» en la elección del senador autonómico

La batalla interna en la que desde hace tiempo está sumido el universo Podemos en Galicia ha estrenado un nuevo capítulo con el comunicado que desde En Marea se ha difundido en la noche de este miércoles, en el cual se anuncia que «no aceptan» la votación del grupo parlamentario para elegir el senador por designación autonómica. Se trata, dicen, de «una imposición de Podemos».

La dirección del partido instrumental -en el que sólo participan afines al portavoz, Luís Villares-, mantiene que esta votación impulsada por los diputados críticos es «una imposición de un grupo que quiere dictar su criterio y que transparenta su desgana para llegar a acuerdos».

Se trata del último episodio de la fractura del espacio político que, ahora, únicamente pervive unido en el grupo parlamentario de la Cámara gallega, donde Luís Villares cuenta tan solo con el apoyo explícito de tres de sus 13 compañeros en el Pazo do Hórreo.

Así, desacreditan la votación que en la noche del miércoles realizan los diputados de manera telemática para acordar el nombre del senador que corresponde a En Marea como segunda fuerza en la Cámara.

Con todo, los diputados críticos con Villares (miembros de Anova, Esquerda Unida y Podemos) no consideran que la dirección del partido instrumental tenga potestad para marcar criterios o posturas sobre el grupo, por lo que, previsiblemente, desoirán la línea marcada por la coordinadora de En Marea como ocurrió con la petición de dimisión a la parlamentaria Paula Quinteiro el pasado año.

Sobre la mesa había dos nombres: el exconcejal coruñés José Manuel Sande, propuesto por los críticos con Villares, y Mariló Candedo, opción de la dirección del partido instrumental, que justifica su elección por haber sido la persona más votada en las primarias para la configuración de listas en las últimas elecciones generales, en las que el espacio político concurrió dividido.

Esta misma semana, el propio Luís Villares ya había expresado su descontento con las decisiones promovidas desde Madrid por Pablo Iglesias, culpando al líder de Podemos del descalabro sufrido por En Marea en Galicia en las últimas municipales del 26M.