España

Los manteros de Barcelona amenazan a un redactor de OKDIARIO: «¿Qué quieres, eh? Vete a la mierda»

Los vendedores cada vez son más agresivos y no dudan en enfrentarse a la Policía lanzándoles objetos para propiciar que se vayan.

  • Joan Guirado y Enrique Falcón
  • Barcelona

No hablan prácticamente castellano a los clientes que se acercan a comprarles sus productos en la orilla del puerto de Barcelona. Pero lo conocen y lo emplean a la perfección para insultar. Los manteros saben que, en la Ciudad Condal, están cometiendo un acto ilegal y cuando se les pregunta por qué siguen vendiendo en la calle, pese a tenerlo prohibido, salen a relucir sus modales más violentos.

Uno de estos vendedores ambulantes, la gran mayoría pertenecientes a mafias, rehúsa responder a un redactor de OKDIARIO con un directo «véte a la mierda» para, minutos más tarde, cuando le continúa preguntando, amenazarle gesticulando con un «¿qué quieres eh?». En ese momento actúa un agente de la Policía Portuaria para evitar la posible agresión, momento en el que el resto de compañeros recogen su macuto lleno de productos falsificados y se esconden hasta que la policía del Puerto desaparece y vuelven a esparcir sus productos por el suelo, no dejando casi espacio para andar.

Venden de todo: camisetas del Futbol Club Barcelona o el Real Betis, bolsos y carteras cuyo precio de mercado es superior a los 300 euros, zapatillas deportivas o gafas de sol. La mayoría de los productos los venden por 25 euros, pero no hace falta insistirles mucho para hacerse con uno de los productos por bastante menos de su precio inicial. En menos de treinta segundos, conseguimos que nos ofrezcan unas gafas de sol de una conocida marca, que de ser auténticas en tienda costarían cerca de 150 euros, por 10 euros. El mantero ha ido rebajando, de cinco en cinco euros, el valor de las gafas desde los 25 hasta los 10 euros para asegurarse una compra que podría estar en duda.

En menos de 200 metros hay más de setenta manteros. Y eso sólo en la zona del Paseo Joan de Borbó. En Colón hay medio centenar más, que montan y desmontan sus tiendas ambulantes en función de si se vislumbra alguna luz de color azul. La policía es lo único que les ahuyenta. Aunque la presencia policial no es constante. En los últimos días se ha intensificado, pero no consiguen acabar con el top manta. Los vendedores, además, cada vez son más agresivos y no dudan en enfrentarse a los agentes lanzándoles objetos para intentar que se vayan. Y es que la alcaldesa Ada Colau, ampara su actividad mediante el sindicato de manteros.