La mujer de Felipe González abrió una sociedad offshore para gestionar una cuenta en Suiza
Mar García Vaquero, la segunda y actual mujer del expresidente socialista, es la nueva cara de los papeles de Panamá. Según La Sexta, García Vaquero gestionó una sociedad opaca que abrió en la isla del Pacífico, Niue de 1.500 habitantes, antes de estar casada con Felipe González.
La mujer de González abrió una sociedad a través de Mossak Fonseca para tramitar una cuenta en Suiza en 2004. La sociedad permaneció en activo cuatro años, de 2004 a 2008, y según informa La Sexta, la creó para pagar a un cliente de la empresa de fabricación de barcos en la que trabajaba en ese momento.
Por su parte, González se ha quejado de la aparición del empresario Jesús Bardero en los papeles de Panamá. «Acabo de ver que ha salido mi amigo Barderas por el hecho de ser mi amigo y quiero aclarar que es mi amigo y va a seguir siéndolo, y es por eso que sale en esta información», ha excusado el socialista.
Según él, el empresario con sociedades opacas solo sale como involucrado por ser amigo suyo, no porque haya hecho nada ilegal.
Lo último en España
-
Los lazos andaluces de León XIV: visitó Huelva, Málaga y Sevilla y dejó su impronta de «hombre sencillo»
-
La Universidad de Barcelona veta un acto del historiador Fernando Paz: «¡Fuera fascista!»
-
El PSOE exige al PP cesar al alcalde de Estepona mientras homenajea a sus condenados de los ERE
-
Cartel de San Isidro 2025: todo lo que se sabe de la fiesta de Madrid
-
El vídeo de un jefe de Red Eléctrica admitiendo los riesgos de las renovables 4 días antes del apagón
Últimas noticias
-
Amazon rebaja el pack de 152 pañales ultraabsorbentes de Dodot perfecto para bebés de entre 11 y 16 kg
-
El Ayuntamiento de Palma paraliza obras ilegales en la conversión en hotel del casal de Can Olesa
-
Duerme mejor que nunca con este colchón que Amazon ha rebajado a menos de 52 €
-
Alcaraz vuelve en modo arrollador: no da opción a Lajovic en Roma
-
Los lazos andaluces de León XIV: visitó Huelva, Málaga y Sevilla y dejó su impronta de «hombre sencillo»