España

Asens, al que investiga la Guardia Civil por el 1-O, fue el abogado del jefe del imán de Ripoll

El podemita y amigo de Ada Colau Jaume Asens fue el encargado de sacar de la cárcel al jefe yihadista del imán de Ripoll. Lo logró alegando torturas. Abdelbaki es Satty, imán de Ripoll y cerebro de los atentos de Barcelona, fue investigado por la Policía y la Guardia Civil en la operación Chacal contra el terrorismo yihadista. No encontraron suficientes pruebas contra él, pero sí contra el que fuera su maestro, el también marroquí Mohammed Mrabet, gerente de la mezquita de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

Mrabet fue detenido en 2006. La Audiencia Nacional lo condenó en 2009 a 7 años de prisión por un delito de integración en organización terrorista. Pero, a partir de ahí cambió su suerte.

El entonces activista Jaume Asens, ahora cuarto teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, se le ofreció como abogado. Y Mrabet aceptó. Asens recurrió con éxito ante el Tribunal Supremo la condena a su cliente. Y la Sala Segunda de lo Penal, en su sentencia de febrero de 2011, absolvió a los cinco condenados de la operación Chacal, un caso que había instruido Baltasar Garzón.

La clave para absolverlos fueron las torturas alegadas. La Guardia Civil y la Fiscalía sostuvieron que Mohamed Mrabet, “asumió el liderazgo de la célula catalana radicada en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú”. Que se dedicaba a “captar jóvenes para la práctica de la yihad en Irak” y que “creó un espacio ideológico de adoctrinamiento en torno a la mezquita”, denominada “Al Furkan”.

Uno de los discípulos que Mrabet apadrinó y radicalizó fue nada menos que Abdelbaki es Satty, quien, a su vez, años después, se encargaría de radicalizar y dirigir a los terroristas que cometieron los atentados de La Rambla y Cambrils.

En los registros del domicilio de Mrabat dentro de la operación Chacal, la Guardia Civil encontró, de hecho, un documento de identidad de Abdelbaki es Satty, además de varios manuales sobre el yihadismo, textos de exaltación terroristas y grabaciones de enaltecimiento de atentados.

El ahora teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona logró en aquel momento que el Supremo absolviera al jefe de la célula yihadista de Vilanova i la Geltrú con un punto central en sus defensa: la acusación de que había sido torturado por la Guardia Civil.

Gracias a esta artimaña, Mrabet pudo abandonar la prisión y comenzó a ejercer como imán de la mezquita Al Furkan, a pesar de que la Audiencia le había considerado el máximo responsable de una red que reclutaba a jóvenes musulmanes (en la misma mezquita) para enviarlos como terroristas suicidas a Siria, Afganistán e Irak.